Estudio de Especialistas Británicos revela que:
la obesidad envejece nueve años y el cigarrillo, siete.
Es porque aumenta el estrés oxidativo y se acelera el ritmo de daño al ADN.
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THE GUARDIAN - Edición Especial
Según asegura el doctor Tim Spector del hospital londinense St. Thomas, el cigarrillo y la obesidad aceleran el ritmo de daño al ADN, de forma tal de que estar obeso le agrega 9 años a la edad de una persona mientras que fumar un paquete de cigarrillos por día durante 40 años agrega más de siete.
"Hemos mostrado que alguien que fuma y es obeso a los 30 años puede sentirse y tener el aspecto físico de alguien de 40. Si uno le dice a una adolescente o de veintipico de años que si sigue fumando podría morir a los 75 en lugar de a los 80 años, la advertencia no surtirá demasiado efecto. Pero si uno le dice que va a parecer mucho más vieja a pesar de ser una mujer joven, eso podría hacer que considere la posibilidad de dejar el cigarrillo y comience a comer de forma más saludable", señaló Spector.
Spector y sus colegas en los Estados Unidos dieron cuenta de sus hallazgos en una carta que fue publicada por The Lancet en su edición online. Todos ellos se dedicaron a analizar los telómeros, esas bandas de ADN que cubren las terminales de los cromosomas en las células y evitan que haya uniones dañinas con otros cromosomas. Cada vez que una célula se divide, y a medida que envejecemos, nuestros telómeros se vuelven más cortos.
Si bien los médicos advierten desde hace tiempo sobre los peligros para la longevidad que plantean la obesidad y el cigarrillo, analizar sus consecuencias moleculares es una ciencia mucho más reciente. "La obesidad y el cigarrillo hacen que aumente el estrés oxidativo y con el tiempo este daño acumulativo desencadena la pérdida de telómeros, que es una señal, según creemos, del envejecimiento y es el motivo por el que esta gente contrae enfermedades cardíacas, diabetes, artritis y otras dolencias vinculadas con la edad". explicó Spector.
Los investigadores midieron las concentraciones de un regulador de la grasa en el organismo, la leptina, además de la extensión de los telómeros en muestras de sangre de 1.122 mujeres de entre 18 y 76 años. Pudieron ver así que el largo de los telómeros disminuía de forma progresiva con la edad y que los telómeros de las mujeres obesas y fumadoras eran mucho más cortos que los de las delgadas y de las que nunca habían fumado.
"La diferencia en el largo de los telómeros entre los obesos y los delgados corresponde a 8,8 años de envejecimiento. El hábito de fumar (actualmente o en el pasado) corresponde a un promedio de 4,6 años de envejecimiento, en tanto que fumar un paquete diario durante un total de cuatro años corresponde a 7,4 años de envejecimiento", agregó Spector.
Los ex fumadores demostraron tener telómeros menos reducidos que los que todavía fumaban. A pesar de todas estas tendencias, se percibieron diferencias entre las personas. Podría ser que los seres humanos nacen con determinada susceptibilidad genética. Se están realizando otros estudios para establecer si aquellos con telómeros más cortos tenían más artritis, enfermedades coronarias o problemas hormonales —con la función de los ovarios, por ejemplo—.
Lorna Layward, directora de Investigaciones en la organización Help the Aged (Ayudemos a los mayores, del Reino Unido), observó que la gente conoce los peligros de la obesidad y del hábito de fumar. "Si bien estas investigaciones —dijo— no son concluyentes, debiéramos tener en cuenta sus señales de alarma".
Traducción: Silvia S. Simonetti
Fuente: Clarín.com http://www.clarin.com/diario/2005/06/15/sociedad/s-04101.htm