domingo, abril 30, 2006

MITOS DEL GYM

El ejercicio sirve para bajar de peso: “La gente lo cree porque ve a los deportistas, pero ellos trabajan varios kilómetros diarios y sí gastan calorías. Pero la persona que no es capaz de mover su cuerpo durante 30 minutos a una intensidad de 10 kilómetros por hora, no gasta calorías.

Controle su peso ya haciendo -click aquí- ………………………………………………………………………………..

Uno quema una caloría por kilo de peso por kilómetro. Es decir, si tú pesas 75 kgs., al recorrer un kilómetro gastas 75 calorías, que es la misma cantidad que se encuentra en una galleta. Para bajar de peso, lo más eficiente es la restricción alimenticia”, dice Saavedra. El sedentarismo lleva a una mala salud: “Cuando un médico te dice que no eres sedentario porque caminas tres veces al día, es un error. En Inglaterra se realizó un estudio a 80 mil mujeres y se concluyó que aquellas que no caminaron absolutamente nada y las que lo hicieron dos a tres veces por semana pero a menos de 1km/hora, se enferman y mueren igual. Es decir, el ejercicio requiere de una intensidad para estimular a la biología para prevenir enfermedades. La receta “haz ejercicio” no basta. La correlación es buena con condición física, no con la actividad física”. La condición física del individuo ha mejorado en los últimos diez años: “Los test de esfuerzo que se hacían hace veinte años duraban doce o quince minutos; hoy no pasan de los siete minutos. Esa es una señal objetiva. En nuestro país se demuestra además por la gran cantidad de enfermedades que están relacionadas con la condición física. El músculo está intoxicado de grasa y azúcar porque no se lo utiliza y de ahí se generan todas las enfermedades modernas

Mito 1: Los Aeróbicos son los únicos ejercicios que pueden mantener tu corazón saludable

En un estudio reciente con 44.000 hombres, los investigadores descubrieron que las personas que entrenan con pesas por 30 minutos o más a la semana, tienen un 23% menos de riesgo de contraer enfermedades cardíacas que los que no realizan este tipo de ejercicios.

El entrenamiento con pesas incrementa tu masa muscular y el índice de descanso de tu metabolismo, los cuales contribuyen a disminuir el riesgo de las afecciones del corazón, dice la Dra. Mihaela Tanasescu, una de las autoras de la investigación. Esto también conduce a un mejor control de la glucosa y a reducir la resistencia de la insulina, lo cual además reduce el riesgo de tu corazón.

En el mismo estudio de Harvard, los investigadores notaron que incrementando la intensidad de un ejercicio también reducían el riesgo de ataques cardíacos.

Este incremento fue dependiente del tipo de entrenamiento, dice la Dra. Tanasescu, y aunque no fue motivo de nuestro estudio, yo sospecho que los ejercicios con pesas por más de 30 minutos a la semana podrían ser un beneficio adicional.

Extracto de revista: Mens Health / Julio 2005

Comentario: Es aconsejable realizar equilibradamente ejercicios de resistencia (aeróbicos) y ejercicios de fuerza (pesas) para obtener un máximo rendimiento en salud.

Sabemos que la principal causa por la que una persona no realiza ejercicios de forma regular, es la falta de tiempo y/o voluntad para ejecutarlo. Pero si debemos comentar cual es la forma ideal de hacer ejercicios físicos esta, sería la manera:

Ejercicios orgánicos: (resistencia aeróbica). Duración:30 minutos mínimos en forma continua y con una frecuencia de tres veces por semana en días alternados. Ej: trote, natación, aeróbica, caminata, pedalear en bicicleta estática o de paseo.

Ejercicios con pesas: (fuerza). Duración 1 hora con una frecuencia de dos o tres veces por semana, en días alternados a los de la actividad orgánica.

Para muchos esto podría resultar un poco extremo, pero para otros, es un extremo estar por ejemplo: 8 horas diarias tras un computador 5 días a la semana.

Lo optimo en actividad física es permitir que se realicen las adaptaciones fisiológicas del organismo humano en forma progresiva y no traumática.

Recuerde que para iniciarse en un programa orgánico o en un plan de pesas debe asesorarse por un especialista, para poder sacar el máximo rendimiento a su posibilidad de tiempo y capacidad de entrenamiento.

Mito 2: Solo el ejercicio Aeróbico quema grasas

Existen conceptos generales y un lenguaje técnico que se maneja entre los especialistas, pero que son mal utilizados en el público en general, especialmente cuando se refiere a términos de más complejidad.

Por ejemplo respecto al mito en relación a la pérdida de grasa y tipos de ejercicios, falsamente se supone que: “Los entrenamientos aeróbicos queman grasa, los entrenamientos anaeróbicos no queman grasa”.

1.-Al respecto, cuando se plantea que, para producir una disminución en el porcentaje de masa grasa corporal de una persona por medio del ejercicio, ésta debe realizar una actividad de baja intensidad (pulso máximo a alcanzar 130 pulsaciones por minuto), es decir ejercicios aeróbicos, con una frecuencia de tres veces por semana y con una duración de 30 minutos mínimos por sesión, en forma fraccionada o continua, según sea la capacidad de la persona. .

Esta afirmación es verídica, ya que el método aeróbico produce gasto energético de grasas, para personas que poseen baja forma física, y que de realizar otros entrenamientos en otras intensidades y frecuencias podrían traerle problemas importantes a su salud.

2.-Pero en el mundo del entrenamiento físico no sólo la baja intensidad produce este tipo de gasto, sino que también los trabajos de alta intensidad (pulsos mayores a 130 por minuto) y continuos, es decir entrenamientos anaeróbicos.

De acuerdo a razones científicas en el entrenamiento aeróbico se utilizan las grasas como fuente principal de energía y en el entrenamiento anaeróbico, además de las grasas se utiliza como fuente energética específica fosfagenos e hidratos de carbono.

En la practica ocurre que:

• 30 minutos de trote continuo a baja intensidad logran utilizar la fuente energética de las grasas y un gasto calórico acorde con lo solicitado.

• 10 veces 5 minutos de carrera con dos minutos de pausa a una intensidad alta utilizan la fuente energética de las grasas más las fuentes anaeróbicas (fosfagenos y glucosa), con un gasto calórico incluso mayor.

LO QUE HACE LA DIFERENCIA ES QUE EL PRIMER METODO ES RECOMENDADO POR EL MUNDO DE LA SALUD Y TIENE UN RIESGO MUY BAJO EN UNA PERSONA CON CONDICION FISICA DEFICITARIA O QUE POSEE UNA PATOLOGIA.

EL SEGUNDO METODO PERTENECE AL MUNDO DEL ENTRENAMIENTO FISICO-DEPORTIVO, ES MUCHO MÁS INTENSO Y ESTA DISEÑADO PARA PERSONAS CON UN NIVEL DE ENTRENAMIENTO MAYOR Y QUE SE ENCUENTREN SANAS.

Se concluye entonces que, no sólo los ejercicios físicos de baja intensidad actúan sobre el metabolismo de las grasas o lípidos, sino que éstos deben ser orientados dependiendo de las características especificas de cada persona, la persona a entrenar determinará el método, no el método a la persona, por lo tanto, no existe un solo método para “quemar” grasa con ejercicios.-

Mito 3: El cinturón electromagnético baja la grasa localizada del cuerpo”

A continuación tocaremos un aspecto muy difundido en diversos medios y es que, ¡¡podemos estar en excelente estado físico sin hacer esfuerzos!! ¿Es esto tan real? Antes que nada queremos aclarar algunos conceptos:

1.-La grasa desde el punto de vista energético es de vital importancia para nuestro organismo, sólo que debe estar en la cantidad adecuada para servir a los procesos metabólicos.

Desde el mundo de fisiología del ejercicio y el entrenamiento, la grasa es una fuente energética que produce ATP, por lo que su cantidad dentro del organismo es básica para producir rendimiento en las actividades donde predomina la cualidad física (resistencia), y fuente energética para actividades aeróbicas (trotar, caminar, nadar, pedalear, etc.).

Es decir, la grasa entrega su energía para los ejercicios y yo puedo gastar calorías mediante el ejercicio físico aeróbico, pero nunca podré decidir voluntariamente cual área del cuerpo debe ser gastada de manera especifica, para disminuir algún volumen que se encuentre estéticamente aumentado por mi exceso de alimento y mi poco gasto energético mediante el ejercicio.

¿Cómo es posible “quemar” grasa localizada en un músculo especifico o área del cuerpo determinada, sí la grasa entrega su energía de manera heterogénea, a través del sistema de producción de energía de tipo aeróbico?

2.-La electroestimulación es un método de entrenamiento de la fuerza, permite estimular al músculo sin el compromiso voluntario del sistema nervioso central, fue tomado de los estudios realizados inicialmente por Galvani y Duchanne, entre los siglos XVIII y XIX. Posteriormente esta práctica se fue formalizando hasta tener antecedentes que en los juegos Olímpicos de Munich en 1972, atletas rusos utilizaron esta forma de estimulación en sus programas de entrenamiento, hoy la electroestimulación no ha llegado a ser considerada “dopping”(ref.: Doc. F.Chernilo).

La electroestimulación es considerada un método de entrenamiento estático de incremento de la fuerza llamado “isotrónico”, uno de sus usos más frecuentes es la facilitación neuromuscular (FNM), esto permite reclutar mayor cantidad de fibras musculares de las que podríamos obtener de manera voluntaria en un entrenamiento dinámico.

Un cinturón, aparatos de electroestimulación o electromagnéticos, pueden producir tono muscular localizado (fuerza), es una forma de hacer ejercicios y sus resultados son estéticamente válidos, en la medida que la grasa esté baja en el cuerpo. También es comúnmente usado como método de rehabilitación en lesiones.

3.-Lo anterior permite concluir que se han mezclado conceptos del entrenamiento de manera voluntaria o involuntaria, ya que el músculo con un entrenamiento específico puede tener cambios localizados, pero la grasa no se puede gastar localizadamente con ejercicios, solo puedo tonificar el área y disminuirla en la globalidad a través de una dieta balanceada (60% del resultado final), ejercicios generales orgánicos (40% del resultado final) y el 10% restante es producto del gasto en ejercicio de tipo anaeróbico. Algunos ejemplos que demuestran porqué la grasa en el cuerpo, no se puede variar de manera voluntaria:

*Las personas a diario caminan con sus miembros inferiores, podríamos concluir, que las personas tienen mas grasa en los miembros superiores que en los inferiores, pero sabemos que no es así.

*Los nadadores de alto rendimiento pueden estar nadando entre 3 a 6 horas diarias utilizando el 90% del tiempo sus extremidades superiores, podríamos pensar que tienen menos grasa en ellas, pero tampoco es así.

Solo queda afirmar: La grasa se almacena heterogéneamente y es utilizada heterogéneamente, de acuerdo a la disposición genética de cada persona, los métodos que aparentan ser rápidos y fáciles normalmente tienen que ser complementados con otras variables para que el resultado final sea efectivo.

Mito 4: El ejercicio con pesas

El principal problema que enfrentamos los profesores de Educación Física, es la presencia excesiva de sedentarismo en todas las fases de la vida y principalmente con la gran oferta de juegos electrónicos del mercado, la televisión y otros. Esto hace que nuestros niños y jóvenes pierdan cada día más capacidades como: tono muscular y todos sus derivados, es decir la capacidad de realizar esfuerzos físicos tanto musculares como orgánicos y sin dejar de considerar la perdida de voluntad (valor) y resistencia al esfuerzo físico, contacto con la naturaleza, al cansancio (actividad hormonal) y el dolor (el centinela de la vida), hablo entonces de “umbrales”.

Ejercicios con pesas

En relación al entrenamiento con pesas (fuerza), podemos afirmar que éste permite compensar los músculos atrofiados y tonificarlos para que cumplan el rol básico para el que fueron creados, sostener el esqueleto y todos sus órganos además de dar funcionamiento mecánico a todas esas estructuras.

Creencia: “El entrenamiento con pesas (fuerza) en niños no les permite crecer o los deja chicos” bserve a su alrededor y verifique:

¿Cómo es la postura de los niños que lo rodean y los jóvenes, incluso la propia?, seguramente nos encontraremos con una generalidad poco alentadora.

¿Qué hace el entrenamiento de pesas en el organismo del niño y del adolescente?

- Permite que sus huesos, articulaciones, músculos estén más fuertes y preparados para los cambios del crecimiento y las fases lógicas de la curva de vitalidad y también para los esfuerzos de una practica deportiva especifica o trabajo.

Con cargas óptimas, series, repeticiones, pausas, ejercicios, hidratación y sueño, lograremos activar la hormona del crecimiento, además estimular el cartílago de crecimiento óseo (interactúa en base a tensiones) y ayuda a alcanzar la máxima longitud de los mismos, en consecuencia: mayor estatura (talla) programada genéticamente. -Esto permitirá mejorar la postura y su disposición para diferentes eventos de la vida. El entrenamiento de fuerza con pesas es fundamental en la fase de crecimiento de 10 años en adelante, considerando una propuesta metodológica apropiada no debería presentar ningún problema - En el futuro será más frecuente encontrar colegios con gimnasios de pesas para sus alumnos, ya existen algunos, también sabemos que se incorporan lentamente estas actividades a los programas de Educación Física con sus respectivas metodológicas y por lo tanto los profesores deben capacitarse en esta área especial ya que son quienes podrán realizar una acción concreta en pro de la prevención en salud y de la vida equilibrada.

Fuente: Revista Alimentación Sana

………………………………………………………………………………………………………………..

Controle su peso ya haciendo -click aquí-

viernes, abril 14, 2006

CUESTION DE CINTURA

Se define por la acumulación de grasa abdominal y otros factores de riesgo cardiovascular. Lo llaman síndrome metabólico, y lo sufre uno de cada cuatro adultos. Bajar de peso, moverse y llevar una dieta equilibrada son los pilares para desactivar esta bomba de tiempo para el corazón

Controle su peso ya haciendo -click aquí-

………………………………………………………………………………………………………………..

La sabiduría popular lo ha bautizado de distintas formas ­–salvavidas, flotador, rollo abdominal– y viene condenándolo desde tiempo inmemorial. Ahora, la ciencia confirmó lo que todos sospechaban: a la altura del ombligo, y sin contener el aliento, los varones no deben acusar más de 102 centímetros y las mujeres, 88. De lo contrario, se está a las puertas de una enfermedad de nombre difícil que afecta ya al 25% de la población mundial y promete extenderse: el síndrome metabólico, una constelación de síntomas (ver recuadro) que al exceso de grasa abdominal suma alteraciones en los lípidos (colesterol y triglicéridos), hipertensión arterial y un fenómeno llamado resistencia a la insulina, antesala de la diabetes y muy asociado a la obesidad.

El doctor Carlos Borrego, que integra el Servicio de Cardiología del hospital Italiano de Buenos Aires y está a cargo de esa sección en el Sanatorio San Lucas, de San Isidro, agrega que la Federación Internacional de Diabetes es aún más estricta y propone cinturas por debajo de los 94 y 80 centímetros para varones y mujeres, respectivamente, pero enfatiza que “más allá de medidas, el perímetro abdominal es el signo más visible del problema, y el que debe llevar a la consulta.”

Lo cierto es que la cuestión no depende solamente del centímetro sino también de la forma en que los excesos se distribuyen por el cuerpo. “La grasa que se acumula en el abdomen es la más peligrosa –dice Borrego– y por eso las mujeres, que la concentran en glúteos y piernas, suelen estar más protegidas que los hombres, aunque después de la menopausia, al variar la distribución corporal de la grasa, ambos sexos suelen equiparar sus riesgos.”

El paso del tiempo no perdona: el doctor Sydney Smith Jr., presidente del Consejo de Asesores de la Federación Mundial del Corazón de los Estados Unidos, dijo hace pocos días que a medida que envejecemos y cada 16 años triplicamos el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Durante la última reunión del Colegio Americano de Cardiología, en Atlanta, Sydney Smith Jr. aclaró también que no es lo mismo tener apenas algunos centímetros de más que esos grandes excesos: cada vez que el abdomen supera 14 centímetros lo deseable, el riesgo cardiovascular aumenta entre un 21 y 40 por ciento.

A la hora de hacer cuentas, todo parece indicar una gran pérdida para la salud: quienes sufren el síndrome metabólico están en altísimo riesgo de morir de un infarto (el doble que la población sana), y tres veces más de sufrir un ataque cardíaco o cerebral. Si es que ya no sufren diabetes, los afectados se exponen ¡cinco veces más! a esta enfermedad.

“Hubo varios integrantes de mi familia que sufrieron de diabetes. Yo pensé que iba a ser mi único problema cuando me la diagnostircaron, pero de inmediato el médico me informó que tenía un alto nivel de triglicéridos y colesterol, por lo que debía estar más atento aun”, se lamenta Rodolfo A., de 52 años, que tiene problemas en su trabajo porque “falto seguido, a causa de mi enfermedad”.

Para Susana F. (48), las cosas son diferentes. Decidió ocuparse a tiempo del problema: “La acumulación de grasa abdominal era terrible. Cuando me subía a la balanza, me desesperaba. Ni hablar de los resultados de mis análisis de laboratorio. Empecé a cuidarme en serio en las comidas, y a hacer ejercicio. Ahora estoy tratando de abandonar el cigarrillo”.

Asociado a la mala alimentación y el sedentarismo, el síndrome metabólico se extiende no sólo entre la población adulta sino que también afecta a adolescentes y niños. En la Argentina, el panorama no parece más alentador: un reciente estudio mundial que convocó a más de 3000 pacientes locales –llamado Día Internacional de Evaluación de la Obesidad Abdominal (IDEA, por su sigla en inglés)– determinó que el 42% de las mujeres y el 40% de los varones excedían los valores de cintura apropiados. A su vez, el 61% de las mujeres y el 77% de los varones tenían kilos de más.

Rumbo a la solución

No existe un tratamiento único para el síndrome metabólico. El ejercicio físico es un eje crucial, ya que disminuye la resistencia a la insulina y permite que las células utilicen mejor esta hormona, reguladora del metabolismo de los azúcares (glucosa) en la sangre. Moverse, además de ayudar a verse mejor y levantar el ánimo, previene el aumento de peso.

“Hay un tratamiento social: fomentar estilos de vida más sanos –dice el doctor Borrego– y un tratamiento individual, que se basa en mejorar la alimentación, bajar de peso, no fumar y tratar farmacológicamente el factor de riesgo que esté sobreexpresado: hipolipemiantes para disminuir el colesterol y los triglicéridos, antihipertensivos para la presión arterial o drogas para combatir la resistencia a la insulina.”

También se cifran esperanzas en fármacos que, además de sus acciones terapéuticas específicas, sumen otros efectos positivos. “Tenemos diferentes tratamientos efectivos para enfrentar los componentes individuales del síndrome metabólico, pero necesitamos «tacklear» los factores de riesgo en conjunto”, dijo el profesor Ted Kurtz, de la Universidad de California, en Estocolmo, Suecia, durante el último Encuentro Anual de la Sociedad Europea de Cardiología, realizado en Estocolmo, Suecia. El especialista presentó resultados alentadores –aunque preliminares– sobre el uso de una droga de la familia de los “sartanes”, contra el síndrome metabólico.

El cardiólogo del hospital Italiano explica que a su capacidad para disminuir la presión arterial los sartanes parecen sumar la acción sobre el metabolismo glúcido “y aumentarían la sensibilidad de la célula a la insulina, aunque las conclusiones del estudio que permitirá confirmarlo se conocerán entre el próximo año y 2007″. También las estatinas, utilizadas para disminuir el colesterol, han mostrado tener un plus terapéutico inesperado: disminuyen los procesos inflamatorios que favorecen la obstrucción de las arterias con placas de grasa (ateromas) y, en este sentido, tendrían más potencial cardioprotector del inicialmente esperado. Sin embargo, los especialistas insisten en empezar por el principio: el compromiso de cuidarse, moverse y comer bien… mucho antes que echar mano del botiquín. V. S.

Identikit del agresor

El síndrome metabólico se caracteriza por obesidad abdominal (cintura por encima de los 102 centímetros en el varón y 88 en la mujer) más dos de los siguientes factores:

  • Triglicéridos superiores a 150 mg/dl
  • Colesterol HDL (”bueno”) menor de 40 mg/dl en hombres y 50 mg/dl en mujeres
  • Presión arterial superior a 130/85 mm Hg
  • Glucosa en ayunas superior a 100 mg/dl (indica resistencia a la insulina)

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/795215

………………………………………………………………………………………………………………..

Controle su peso ya haciendo -click aquí-

viernes, abril 07, 2006

¿PODEMOS COMER CARNE?

PODEMOS COMER CARNE?

En casual sintonía con el pedido del presidente Néstor Kirchner de dejar de comprar carne hasta que su precio baje, el premio Nobel de Medicina Louis Ignarro, de paso por Buenos Aires, también recomendó reducir drásticamente el consumo de carne vacuna.

Conozca nuestro Consejo Médico -aquí-

................................................................................................................................

Viernes 24 de marzo de 2006 Diario La Nación Salud cardiovascular "Hay que comer carne sólo una vez por semana" Lo dijo el premio Nobel Louis Ignarro

"Aunque la Argentina es bien conocida por sus bifes, el consumo de carne debería ser limitado a una vez por semana. Y el resto del tiempo comer pescado, vegetales y frutas", dijo a LA NACION el profesor Ignarro, de la Universidad de California en Los Angeles, Estados Unidos. Lo que motivó a Ignarro a realizar semejante afirmación no es el actual precio de la carne, sino el negativo efecto que una dieta con alto contenido de grasas saturadas tiene sobre la salud cardiovascular. Más precisamente, lo que lo desvela es cómo ese tipo de alimentación atenta contra la producción de una sustancia llamada óxido nítrico. "El oxido nítrico permite al organismo protegerse de las enfermedades cardiovasculares: baja la presión arterial, previene la coagulación no deseada de la sangre y funciona como un antiinflamatorio natural de las arterias", explicó Ignarro, que en 1998 obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus estudios sobre el óxido nítrico. Pero para estimular su producción, aseguró Ignarro, no basta con reducir el consumo de grasas saturadas: hay que hacer ejercicio. "Uno de los motivos por los cuales la actividad física es buena para la salud es porque estimula la producción de óxido nítrico." ¿Qué tipo de actividad física recomienda usted? "Puede ser de cualquier tipo, siempre y cuando más del 50% sea de tipo aeróbico", respondió el investigador, de 65 años, que hace lo que dice: "Como carne sólo una vez a la semana y desde hace 8 años hago actividad física. Desde entonces, bajé 15 kilos y corrí 10 maratones". Ignarro llegó ayer a Buenos Aires para participar de la 4ta. Reunión Internacional sobre Oxido Nítrico, encuentro en el que se presentaron los estudios clínicos más recientes sobre el nebivolol, una droga antihipertensiva de tercera generación que ha demostrado tener efectos positivos sobre la producción de óxido nítrico.

Sebastián A. Ríos

Fuente: Diario La Nación Link corto: http://www.lanacion.com.ar/791424

................................................................................................................................ Conozca nuestro Consejo Médico -aquí-