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miércoles, febrero 27, 2008

EL EXCESO DE PESO ASOCIADO A 13 TUMORES

Podría convertirse en el principal factor evitable asociado al cáncer, superando al tabaco

MADRID.- 141 artículos científicos y 282.137 casos de cáncer han servido para confirmar lo que otros expertos han venido advirtiendo: los kilos de más no sólo causan infartos y diabetes, sino también cáncer. Según una gran revisión de estudios, publicada en la revista ‘The Lancet’, un índice de masa corporal (relación entre el peso y la altura) elevado se asocia con más de una docena de tumores.

Tal y como resume el comentario que acompaña al trabajo, “este amplio meta-análisis, que incluye muchos estudios recientemente publicados, avala fuertemente las evidencias previas de que un excesivo peso corporal aumenta el riesgo de cáncer en casi todas partes“. A saber: cáncer renal, de colon, de tiroides, adenocarcinoma esofágico, y, en menor medida, mieloma múltiple, leucemia y linfoma no Hodgkin. Además, entre los hombres gordos se dan más tumores rectales y melanomas malignos, mientras entre las mujeres con exceso de peso se desarrollan más tumores de vejiga, páncreas y endometrio, además de cánceres de mama posmenopáusicos.

“Muchas de las asociaciones observadas entre el aumento del IMC [índice de masa corporal] y el riesgo de cáncer es para tumores que no están relacionados con el tabaquismo. Posiblemente, a medida que disminuya el consumo de tabaco (que es la mayor causa de tumores en países desarrollados), el exceso de peso podría convertirse en el principal factor del estilo de vida que contribuye a la aparición de cáncer en estos países”, estiman los autores, procedentes de las universidades de Manchester (Reino Unido) y Berna (Suiza).

Según su riguroso estudio, por cada cinco puntos que aumentaba el índice de masa corporal, los hombres tenían un 52% más de probabilidades de desarrollar un adenocarcinoma esofágico, mientras que, en las féminas, el riesgo de desarrollar un cáncer de endometrio o vejiga crecía un 59%. Esos cinco puntos corresponderían con aumentos de peso de unos 15 kilos en hombres y 13 kg en mujeres para personas con un peso normal (IMC de 23), según calculan los investigadores.

Estos expertos utilizaron el baremo del índice de masa corporal porque era el que aparecía con más frecuencia en los estudios para medir el exceso de peso. “Sin embargo, las medidas de la obesidad abdominal, como el contorno de la cintura o la relación cintura/cadera, puede ser mejor predictor del riesgo de cáncer, como en el caso del riesgo cardiovascular”, estiman las autoras del comentario, dos epidemiólogas nutricionales del Instituto Karolinska (Estocolmo, Suecia).

Novedades e incógnitas

Hasta ahora, la mayoría de los trabajos que analizaban el binomio peso/cáncer habían estudiado la relación del exceso de peso con tipos concretos de cáncer. A comienzos de este año, el World Cancer Research Fund dio un paso más, concluyendo que el exceso de grasa se relacionaba con seis tipos de cáncer. “Nuestros hallazgos amplían los resultados de informes previos, para mostrar asociaciones entre un aumento del IMC y el riesgo de cáncer para tumores menos comunes y la evidencia que las asociaciones pueden diferir entre hombres y mujeres para algunas localizaciones, sobre todo en el cáncer de colon [asociado a hombres gordos, pero apenas a mujeres]”, explican los autores.

Lo que prácticamente no difería era el riesgo a lo largo y ancho del globo: la relación entre el cáncer y el exceso de peso se detectó en estudios europeos, americanos y asiáticos. Únicamente el riesgo de desarrollar un tumor de mama en la menopausia parecía ser más frecuente entre mujeres de la región Asia-Pacífico que eran obesas o tenían sobrepeso.

Pese a estas respuestas, los autores reconocen que todavía quedan diferentes cuestiones que resolver en cuanto al exceso de peso. “Tenemos que saber si las intervenciones eficaces para reducir el IMC en poblaciones adultas reducirán los riesgos de cáncer. Este conocimiento nos permitirá diseñar estrategias de salud pública para evitar los tumores relacionados con la obesidad en todo el mundo”, concluyen.

Fuente: El Mundo

lunes, julio 23, 2007

EL PAPEL VITAL DE LAS HORMONAS

Las hormonas gobiernan el estado de ánimo, la longevidad, el deseo sexual y el sobrepeso. Por fortuna, un simple análisis de laboratorio permite evaluar sus niveles en sangre.

Existen razones de sobra para prestarle atención a las hormonas: la alteración de sus niveles normales es causa de más de un 80% de malestares y trastornos que hasta no hace mucho tiempo eran considerados inexplicables. O, peor aún, eran atribuidos a "los nervios".

El cuerpo humano dispone de sistemas complejos y sofisticados de comunicación entre todas sus partes que operan con asombrosa precisión. Uno de esos sistemas de comunicación a larga distancia es el hormonal.

De esta manera, las billones de células que conforman el organismo humano viven en constante comunicación y organización. Las hormonas son producidas en órganos especializados, llamados glándulas endócrinas, cada una de las cuales fabrican hormonas específicas imprescindibles para lograr una buena salud física y psíquica. Son catalogadas como sustancias altamente eficaces, ya que sólo se requiere de pequeñas cantidades, y dentro de límites precisos, para que provoquen los efectos necesarios y decisivos para el organismo.

Las hormonas coordinan las funciones del cuerpo y actúan como mensajeros que transportan información. Los mensajes les indican a las células de otros órganos cómo deben funcionar: a unas, les ordenan empezar a hacer algo; a otras, detenerse, y a otras más, que cambien el ritmo de su actividad, lo cual no es extraño si se considera que las necesidades orgánicas van variando durante el transcurso del día. Si las glándulas endócrinas funcionan mal, las cantidades de las diferentes hormonas en la sangre serán superiores o inferiores a las normales y, en consecuencia, se alterarán las funciones de los órganos. Y un órgano especialmente sensible a las hormonas es el cerebro.

El sistema nervioso y el sistema hormonal trabajan en íntima asociación y tienen un jefe común, el hipotálamo, una región alojada en el interior del cerebro y que, como desde una torre de control, comanda a todos los órganos del cuerpo a través de los circuitos nerviosos y hormonales. A su vez, el cerebro dispone de células que son sensibles a los niveles de hormonas circulantes en la sangre y, como resultado, el hipotálamo acelera o frena su actividad de acuerdo a lo que estos sensores le indican.



Las hormonas son responsables del estado de ánimo, la longevidad, el deseo y vigor sexual, la inteligencia, y el nivel de cansancio físico. Intervienen también en la reproducción, el peso, el sueño, y la regulación de los períodos de reposo y actividad del organismo. Por lo tanto, siempre que se presenten síntomas de angustia, de depresión, de miedos, de falta de deseo o goce sexual, de fatiga, de sobrepeso, insomnio o dolores corporales resulta imprescindible recordar que las hormonas pueden estar involucradas en cada unos de estos trastornos.

Para tal fin, en la actualidad se dispone de sencillos análisis de laboratorio que permiten tener un panorama completo de sus niveles en la sangre.Sin embargo, es bastante frecuente que quien consulta reciba la indicación de realizar un determinado tratamiento (especialmente psicofarmacológico) sin que se le hayan solicitado previamente estudios que permitan una mejor comprensión de lo que sucede, para poder brindar así una orientación terapéutica mejor justificada.

Fuente: Revista Viva (diario Clarín)

lunes, julio 02, 2007

TIEMPO LIMITE: ATAQUE CEREBROVASCULAR

Domingo 01 de Julio de 2007 Viva Clarín 68


El ataque cerebrovascular es la segunda causa de muerte en el mundo. Se vincula con la hipertensión, la obesidad y el tabaquismo, pero puede darse en personas sanas.

La consulta inmediata ante los síntomas puede cambiar el pronóstico. "Tiempo es cerebro" Así definen los médicos dedicados a las neurociencias la importancia de una consulta inmediata cuando aparecen los síntomas de una enfermedad muy frecuente pero que pocos pueden reconocer: el ataque cerebrovascular. "Tiempo es cerebro", repiten, cuando precisan que en las primeras seis horas de producido el accidente cerebrovascular (ACV) se define el pronóstico del paciente afectado por una patología que es de alta mortalidad –dos de cada diez personas que sufren este tipo de lesión no sobreviven– o deja secuelas neurológicas importantes y muchas veces invalidantes.


"Tiempo es cerebro" significa que cada minuto que pasa se van muriendo neuronas.


La enfermedad cerebrovascular es la segunda causa de muerte en el mundo y se calcula que en nuestro país se producen alrededor de 100.000 nuevos episodios por año. Ataque, accidente o stroke (la denominación en inglés) son sinónimos de una afección que se desencadena por una alteración en la circulación sanguínea cerebral, ya sea porque una arteria se tapa y ocasiona un infarto cerebral (o isquemia) o se rompe y provoca una hemorragia.

Como consecuencia del bloqueo o rotura, el cerebro no recibe el aporte de oxígeno y las neuronas, después de un determinado tiempo, dejan de funcionar causando un daño cerebral. De estos dos grupos, el más frecuente es el infarto. Cada 100 pacientes que tienen un ACV, 80 son isquémicos y 20, hemorragias cerebrales.

Ante un fuerte dolor en el pecho, nadie dudaría en dirigirse a un cardiólogo o una guardia médica. Los síntomas del accidente cerebral también a veces son reconocidos por los pacientes, pero no como causa de un evento cerebral. "Si una persona tiene problemas para hablar o entender, si se le nubla la vista, se le duerme un brazo o mueve con dificultad las extremidades, puede estar sufriendo un ataque cerebrovascular.

La gente desconoce esto y probablemente se vaya a dormir en lugar de consultar en el acto", explica Raúl Rey, profesor en neurología de la UBA y jefe de Enfermedades Cerebrovasculares del Hospital Ramos Mejía.

Eso hizo Rubén Couyoupetrou (52). Asistía a un curso, y repentinamente se le cayó la birome de la mano. Cuando intentó levantarla, su brazo no le respondía. Fue al baño, se miró en el espejo y vio que su cara se desplazaba hacia un costado.

"Llegué a casa y le dije a mi mujer: `Me siento mal’. Y me acosté", rememora. Los síntomas estaban ahí a la mañana siguiente.

Decidió ir a una clínica, de la que regresó luego de 15 días de internación, con secuelas en la movilidad del brazo y trastornos en el habla. El estrés le había producido una suba de presión, origen del ataque cerebral. El movimiento del brazo lo recuperó rápidamente; la palabra, más despacio. "¿Me podés repetir?", era la frase que escuchaba a menudo. "Te sentís mal, sos consciente de lo que está pasando", recuerda. A diez años, ya restablecido, sigue haciendo los deberes: caminatas, medicación antihipertensiva y dieta equilibrada. "O abrís los ojos o te volvés a caer", sintetiza.

ENEMIGOS INTIMOS
Aunque puede presentarse en pacientes con buen estado de salud, el ACV suele ser el resultado de una enfermedad de años. La hipertensión arterial, el tabaquismo, el colesterol alto, la obesidad y la vida sedentaria son los factores de riesgo, que, al igual que en la enfermedad coronaria, predisponen a padecer un episodio. "Una persona hipertensa tiene 20 veces más posibilidades de sufrir un ACV, porque con el correr de los años, sus arterias se van estrechando y se tapan o se rompen", explica Raúl Rey.

Amelia Melfi (62) lamenta haber desoído las señales de alerta. Sentía al caminar un gran dolor en las piernas y no vigilaba su presión. Una mañana, al despertarse llamó a su perrita, pero notó que no articulaba bien las palabras. Intentó levantarse, pero había perdido fuerza. Logró alcanzar el teléfono y llamar a su hija.

"Cuando llegué al hospital, el lado izquierdo no me respondía", evoca. Los análisis revelaron que tenía presión alta, colesterol, diabetes y arterias tapadas. Fue hace un año. Amelia habla sin dificultad y –rehabilitación mediante–, está volviendo a caminar, aunque aún no puede mover el brazo.

Rubén y Amelia comparten un temor frecuente: que suceda un nuevo episodio. "Para prevenir un nuevo ataque, la persona tiene que hacer cambios en su estilo de vida", indica Rey. Si bien la enfermedad afecta más a quienes rondan la quinta o sexta década, por el estrés está apareciendo en personas más jóvenes.

MUCHO POR HACER
"Ante un ataque cerebral, la gente piensa que no hay nada que hacer, porque durante años hubo cierto nihilismo terapéutico instalado en los médicos. Hoy las posibilidades son muchas, tanto en el transcurso del ataque, después del evento o para prevenir otros episodios", precisa el neurocirujano Pedro Lylyk, director del Equipo de Neurocirugía Endovascular y Radiología Intervencionista (ENERI).

El profesional destaca la trascendencia de los avances tecnológicos que –desde los primeros tomógrafos hasta la resonancia magnética– hoy permiten saber con gran definición qué está pasando en el cerebro y cómo actuar velozmente. "Si hay un hematoma, evacuarlo, y si falta sangre, destapar esa arteria para que no se lesionen las neuronas", resume.

El Instituto Médico ENERI presentó en febrero el primer simulador virtual en intervenciones endovasculares. Son computadoras que imitan el cuerpo humano, preparadas con software de patologías determinadas, que se emplean para entrenar a médicos.

"Esta simulación se inicia el año pasado. Como la institución es un centro de entrenamiento para Latinoamérica, el simulador nos permite preparar a médicos en técnicas específicas. Es una réplica en escala real y sin riesgos para el paciente", especifica Lylyk.

Sin embargo, faltan en el país sistemas de evacuación, helicópteros y ambulancias preparadas con tomógrafos, y no hay suficientes unidades de stroke, lugares físicos de cuidados homologables a las unidades coronarias. En el ámbito público sólo existe una en el Hospital Ramos Mejía. "En otros hospitales hay grupos especializados de médicos, pero no poseen un área de internación diferenciada", dice Raúl Rey.

Para Pedro Lylyk, es preciso también contar con médicos capacitados para la emergencia: "Cuando se tapa una arteria, la presión sube. Es una reacción fisiológica que ayuda a que llegue sangre por una vía colateral y que el cerebro no se termine de infartar". Aclara que, en ese caso, la presión alta es la consecuencia, no la causa de lo que está sucediendo. "En la mayoría de las guardias, tratan de bajarle la presión al paciente y empeoran su situación", dice, y puntualiza que "cuanto más sepan los médicos, mejor le va a ir a la gente".

VERDAD–CONSECUENCIA
Luego de 7 años, Margarita Pareja (60) recuerda la mañana de enero cuando se levantó y se puso a leer el diario. "Algo no andaba bien –cuenta–. Las letras tenían como agua. Estaba mareada y con la sensación de estar en otro lugar."

Ya en el sanatorio, le detectaron un pico de presión alta, algo que su salud desconocía.Salió del lugar horas después, con medicación y la orden para una resonancia magnética. Una semana más tarde, escuchó del médico: "Usted tuvo un derrame cerebral". Con lágrimas en los ojos, Margarita alcanzó a decir: "Y ahora, ¿qué?". Con el tiempo, pudo recuperarse totalmente.

"Mi historia es un milagro", dice.

Hoy, controla su presión, camina y hace gimnasia. Dedica sus días a la pintura, a pasear con sus nietos y a disfrutar de los amigos y la familia. "Siempre fui hiperactiva, pero tuve que aprender a parar. Trato de ser sensata, quiero vivir", concluye.Margarita fue afortunada. Cinco de cada diez pacientes que sufren un ataque cerebral quedan con secuelas motoras como la hemiplejía –parálisis en una parte del cuerpo–, trastornos en el habla, en la comprensión o cognitivos, entre las más frecuentes.

Estas consecuencias dependen de la extensión de la lesión y de su localización. Si está ubicada en una parte importante del cerebro, pequeñas lesiones pueden producir importantes secuelas.Es probable que el paciente no retorne a su vida laboral, con el impacto económico –es una enfermedad que tiene un alto costo médico– y emocional que eso produce en el paciente, la familia y la sociedad.Razones de más para prevenir antes que curar.

Fuente: Revista Viva (Diario Clarín)

lunes, junio 18, 2007

DETÉN EL TIEMPO

¿Te estás oxidando? ¿Tienes pavor a las secuelas de la edad?
En ese caso, lo tuyo es anti-aging. Las empresas estudian ampliar los habituales chequeos con los que retribuyen a sus ejecutivos con nuevas técnicas contra el envejecimiento.

Si compras un dentífrico y descubre en la caja que lo envuelve el vocablo anti-aging, no te escames. Es la palabra de moda que amenaza con colarse hasta en las etiquetas de los abrigos o los jerseys.
Aquí el término anglosajón se traduce como anti-edad, y hace referencia a una aspiración del hombre desde que el mundo es mundo: retrasar el envejecimiento.

Aunque lleva a confusión, no está intimamente relacionado con la cirugía estética. La misión del anti-aging se acerca más a regular la alimentación, reajustar el sueño, controlar el cerebro y la memoria, revitalizar las células, ganar en movilidad y flexibilidad... Se trata no solo de estar más guapo por fuera sino de gozar de más energía interior.

Desde que los tratamientos destinados a mejorar la calidad de vida tienen nombre propio, anti-aging, las casa de cosmética y las de productos dietéticos entre otras, lo han aplicado a los artículos que fabrican con la esperanza de que todo lo que suene a detener el tiempo seducirá a sus clientes. Así la firma suiza de cosméticos de alta gama La Prairie está presente en este mercado con su crema Anti-aging Complex, de 178 euros, "eficaz tanto a los 30 como a los 50 años (...) para detener el proceso de envejecimiento de la piel" según el prospecto.

Biocentury propiedad del grupo alimentario Agrolimen, ha lanzado un complemento nutricional en perlas llamado Anti-aging con ingredientes naturales como soja, té verde, aceite de onagra, vitaminas C y E y minerales para mantener el buen estado de la piel por 9,25 euros, también la compañía de fitoterapia (que trata enfermedades mediante plantas) Soria Natural ha creado Stop Aging, un nuevo complemento alimenticio. Hasta la emprsa catalana de ahumados Benfumat, ha elaborado una dieta anti-edad basada en las propiedades del salmón, ya que, según dicen fuentes de la compañía, "los ácidos omega 3 convierten al salmón en un potente alimento anti-aging".

Dos nuevas clínicas
En cuanto al campo de la medicina, solo este año han recalado en España dos clínicas especializadas en anti-aging. La primera fue La Clinique de París, que forma parte de Harmonie, un holding empresarial europeo especializado en medicina preventiva. Uno de los ganchos que emplea para atraer clientes es la cantidad de pacientes ilustres que pisan sus sedes de Alicante, Ginebra, Hong-Kong, Tokio o Bangkok. Entre sus más fieles seguidores se hallan según la propia clínica, el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, el diseñador Paco Rabanne, la familia real de Qatar y Kimberli Wang, dueña de la mayor fortuna asiática y de los hoteles Sheraton. El centro prevé abrir sedes en 2007 en Barcelona, Madrid y Bilbao.

La segunda clínica acaba de aterrizar en Madrid y se llama Novoclinic. Pertenece a un grupo de empresas farmacéuticas y biotecnológicas internacionales que han inverido 10 millones de euros en un centro que no escatima en aparatos y técnicas de medicina y cirugía estética, odontología, podología, fisioterapia y cirugía del pie.

Los directivos y empresarios son el público natural de estos tratamientos, tanto por el precio del eamen como por el tipo de vida que llevan: sedentaria, estresada y, por lo general, mal alimentada. Así que corren el riesgo de sufrir enfermedades que los métodos anti-edad detectan y ayudan a paliar como las cardiovasculares (infartos) y las derivadas del estrés. "Por 1.000 euros se puede obtener un perfil genético completo [con información muy valiosa sobre el ADN de un ser humano, que contribuye a prevenir males hereditarios]", dice José Márquez-Serres, presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad. Pero los tratamientos más caros rondan los 6.000 euros.


Este año, la Clínica Planas de Barcelona, pionera en la materia en España, ha establecido contactos con jefes de Recursos Humanos de emprsas que quieren incentivar a sus máximos ejecutivos con estos tratamientos. "También hemos hablado con un par de compañías de seguros médicos. Todos están interesados en ampliar los servicios que dan a los altos directivos de las multinacionales, pero todavía no se ha concretado nada. Claro que dado que cada vez conocen más el anti-aging, para 2007 esperamos que esos contactos fructifiquen", dice Javier Planas, gerente de la clínica que lleva su apellido.

¿Y no basta con un chequeo? Lo normal es que los seguors médicos que las empresas ofrecen a los ejecutivos incluyan la posibilidad de hacerse chequeos, cuyo precio medio en las clínicas con más prestigio oscila entre 1.000 y 2.000 euros, pero la medicina anti-aging va más allá. Un chequeo se limita normalmente a un análisis de sangre para obtener los niveles de azucar, ácido úrico y colesterol, entre otros; a una prueba de esfuerzo, un electrocardiograma y una radiografía de tórax para conocer el estado de los pulmones. Si el cliente es hombre y tiene más de 45 años se le examinará también la próstata.
En cambio, el anti-aging incluye un análisis más extenso. Mide el estrés oxidativo (que indica si el balance entre oxidantes y antioxidantes se desequilibra a favor de los primeros) y los polimortismos genéticos, es decir el código genético del paciente, que informa sobre su predisposición a adquirir ciertos males como la diabetes, el alzheimer o las enfermedades cardiovasculares, las más comunes en España. La prueba de estrés oxidativo sólo requiere el análisis de sangre y otro de orina, y para el de polimorfismos genéticos se extrae mucosa bucal.

La estética, un plus
Para contemplar el reconocimiento se suele contar con un entrenador que realiza un chequeo de psicomotricidad, reacciones nerviosas y oído. Y se añaden pruebas psicológicas para saber cómo está el cliente de agilidad mental, memoria y capacidad de concentración. No obstante, cada clínica añade o resta sus técnicas a este paquete básico. "En un día se realizan todas las pruebas y en una semana ya tenemos los resultados" explica Neus Tomás, experta en anti-aging del Centro Médico Teknon de Barcelona.

No todos los centros son tan rápidos para desgracia del ejecutivo. Algunos como La Clinique de Paris, tardan hasta tres o cuatro semanas en entregar las conclusiones del estudio. A partir de que los reciben, los clientes suelen revisarse cada tres o seis meses.
"No hay una duración del tratamiento determinada, pero los tratamientos anti-aging, por definición, suelen ser de por vida. Por ejemplo, si un paciente tiene déficit de omegas y antioxidantes, para gozar de una buena salud deberá tomar estos suplementos siempre", comenta un portavoz de La Clinique de Paris.

Muchos directivos recurren en ese momento a un plus estético que no está incluído en el precio de las pruebas anti-edad. "Los ejecutivos quieren elimininar las arrugas de expresión de sus caras con botox o se realizan una liposuccion de barriga. A ellos lo que más les preocupa es la nariz, el abdomen, los párpados y el envejecimiento facial", dice un estudio del Centro Médico Teknon. Neus Tomas ve por las consultas a más hombres que mujeres: "La mayoría de ellos tiene un promedio de 50 años, y muchas veces acuden acompañados de sus mujeres".

Fuente: Revista Sentirse Bien

martes, abril 17, 2007

¡ACABEMOS CON LAS BARRIGAS!

Conocer el perímetro de la cintura es esencial para conocer nuestro riesgo cardiovascular. En el caso de los hombres debe ser inferior a 102 centímetros y para las mujeres el límite está en los 88 cm.

¿Qué esperas para medir tu cintura?

Tener sobrepeso o estar obeso ya es en sí mismo un riesgo cardiovascular pero si esa obesidad se concentra en la parte media del cuerpo, el peligro es aún mayor. En los casos de obesidad abdominal se acumula tejido adiposo alrededor de algunos de los principales órganos del cuerpo. Esta grasa que acumulada alrededor del abdomen es especialmente peligrosa porque promueve alteraciones del colesterol total (baja el bueno y sube el malo), aumentan los triglicéridos, provoca resistencia a la insulina, aumenta el riesgo de padecer diabetes, sube la tensión arterial, provoca fenómenos pro-inflamatorios y pro-trombóticos. Así pues, la obesidad abdominal incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

En el marco de la XII Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión y Liga Española contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), celebrada recientemente en Sevilla, el Dr. Jean Pierre Després del Instituto de Cardiología del Hospital de Laval de Québec, presentó sus conclusiones alrededor de la relación entre adiposidad intra-abdominal y riesgo cardiometabólico. De este modo expuso la diferencia entre la grasa acumulada bajo la piel y la depositada internamente, denominada "grasa visceral".

Según el Dr. Després "el exceso de grasa visceral acumulada aumenta sustancialmente el riesgo de sufrir complicaciones cardiometabólicas". Y se entiende por riesgo cardiometabólico el riesgo global de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular y se determina mediante la presencia de factores de riesgo tradicionales, como aumento del nivel de colesterol LDL (colesterol malo), hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y tabaquismo; así como por la determinación de una serie de nuevos marcadores relacionados con la resistencia a la insulina.

Además, este experto comentó que "detrás de unos niveles altos de glucosa en sangre, o estado hiperglicémico, existen una serie de disfunciones metabólicas asociadas presentes en los pacientes con sobrepeso u obesos con exceso de obesidad abdominal y comorbilidades asociadas".El Dr. Després consideró "la obesidad abdominal como una importante cuestión de salud pública y recomendó la medición del perímetro de cintura más que el cálculo del índice de masa corporal como herramienta fundamental en el diagnóstico del riesgo cardiometabólico". Dentro de la misma sesión el Profesor Luc Van Gaal, del departamento de endocrinología, metabolismo y nutrición clínica de Hospital Antwerp (Bélgica), centró su ponencia en la utilidad clínica de una nueva línea terapéutica basada en el bloqueo de los receptores denominados endocannabinoides CB1.

"Estos receptores se encuentran repartidos en distintos órganos (tejido adiposo, hígado, músculo, cerebro y tracto gastrointestinal) formando el sistema endocannabinoide y se ha demostrado que juegan un papel importante en los procesos metabólicos de nuestro organismo", comentó. El Dr. Van Gaal afirma que "recientes estudios han demostrado que el bloqueo de estos receptores, acompañado de cambios en el estilo de vida, disminuyen la grasa abdominal mejorando los factores de riesgo cardiometabólico asociados".

Los farmacéuticos nos medirán la cintura

En los últimos años, la obesidad se ha convertido en una epidemia responsable del aumento de los casos de diabetes y de enfermedad cardiovascular en nuestro país. A pesar de ello, la población general desconoce las posibles consecuencias del riesgo asociado a un tipo específico de obesidad: la obesidad abdominal.

Si bien el médico y el personal de enfermería son esenciales en la promoción de hábitos cardiosaludables y la prevención de estos riesgos, el consejo que el paciente recibe en las oficinas de farmacia debe encaminarse en el mismo sentido.

En esta línea, la Sociedad Española de Hipertensión y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) han firmado un acuerdo de colaboración que tiene como objetivo hacer hincapié, a través de las oficinas de farmacia, en la importancia de la prevención y el tratamiento de las personas que tienen un alto riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, según anunció Dª Carmen Megía, representante del Consejo General del Colegio Oficial de Farmacéuticos durante su intervención en la 3ª Reunión de Farmacéuticos celebrada dentro de la XII Reunión Nacional de la SEH-LELHA.

Uno de los proyectos que se va a poner en funcionamiento en próximas fechas es un estudio piloto que, por primera vez en nuestro país, persigue sensibilizar al farmacéutico sobre el importante papel que debe tener en la detección de la obesidad abdominal. De este estudio se obtendrá información acerca del "número de personas que acude a las farmacias y padece esta enfermedad y, entre ellos, los que aún no lo han consultado con su médico por esta razón", destaco la doctora Carmen Suárez, vicepresidenta de la SEH-LELHA.Para ello, en próximas semanas los farmacéuticos medirán, durante una semana y de forma aleatoria, el perímetro abdominal a una amplia muestra de personas que acudan a las oficinas.

Al mismo tiempo, se realizará una encuesta muy sencilla con el fin de conocer si durante el último año han tenido alguna revisión médica encaminada a prevenir la enfermedad cardiovascular, así como a detectar la importancia que puede tener la zona del cuerpo donde se acumula la grasa.

Fuente: SaludTerra.es

miércoles, abril 11, 2007

SECRETOS DEL BIENESTAR

Se puede envejecer manteniendo una buena salud? En la isla de Okinawa en Japón, se supera el récord mundial en longevidad, y sobre todo, se vive feliz, relajado y en forma.

¿Te gustaría conservar tu bienestar y tu vitalidad lo máximo posible? Te presentamos todos los secretos de los habitantes de Okinawa.

Descubre la forma de vida y las reglas de una alimentación sana de este pueblo excepcional.

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EL ARTE DE VIVIR ZEN

Otra forma de comer

En Okinawa, comer no sirve para colmar el apetito y las emociones, sino para conseguir energía y placer. Para cambiar nuestra relación afectiva con los alimentos, sigue los consejos de los habitantes de la isla japonesa:

- Un momento de relajación: Antes de la comida, relájate unos instantes para sentarte a la mesa con más tranquilidad.
- Una mesa agradable: Pon la mesa con arte, el placer de los ojos cuenta tanto como el del paladar.
- Tómate tu tiempo: Es mejor saborear lentamente pequeñas cantidades de comida que llenarse sin placer.
- Levántate de la mesa ligera y tónica: No te fuerces a la hora de comer, escucha tu organismo.
- Reparte los alimentos con juicio: Haz un desayuno y una comida completa, enriquecidos en proteínas. Cena ligero, sin proteínas animales ni alcohol, pero con azúcares lentos.
- Más energía con menos calorías: Para conseguirlo, haz más ejercicio físico con una respiración profunda, toma magnesio, vitamina B y ácidos grasos Omega 3.
- Se indulgente contigo misma.

Combatir el estrés

Mientras algunos dejamos que los problemas arruinen nuestra salud, los habitantes de Okinawa deben su alegría de vivir a unas buenas armas anti estrés como el consumo de magnesio, la visualización, diversos auto tratamientos, una respiración completa y la meditación.

La respiración completa
Con una respiración completa se observa una mejor combustión de calorías, un mejor rendimiento energético, la prevención de patologías ligadas a la edad, una mejor gestión del estrés y de las tensiones, y en definitiva una vida mejor. Se practica en cualquier posición, preferentemente en un lugar tranquilo y aireado. Consiste en inspirar y expirar por la nariz y en hinchar el abdomen y el pecho al máximo, expulsar un quinto del volumen y retener (al principio 10 segundos, con el entrenamiento hasta 30 segundos) y para terminar expirar a fondo. Volver a empezar y hacer una serie de 20 alternando respiraciones con y sin retención. Practícala al principio del día, antes de cada comida, en caso de estrés, tensión, cansancio, emociones fuertes, dolor…

La meditación
El objetivo es dejar de pensar. La meditación pemite centrarse en si mismo, en la naturaleza, y dejar de ser el juguete de nuestros pensamientos… Por la mañana, al levantarte o por la noche, antes de acostarte, elige un lugar tranquilo y sin ruidos. Enciende una vela y siéntate en el suelo. Concéntrate en tu respiración, en la circulación del aire, en la llama de la vela. Para comenzar a meditar, fija tu mirada en la vela situada a unos diez centímetros, a la altura de los ojos. Cuando te venga un pensamiento a la cabeza, observa la vela y deja que el pensamiento pase. No reacciones y saborea este momento de libertad.

Hacer ejercicio

La actividad física aumenta la masa muscular, estimula la secreción de la hormona del crecimiento, reduce la glicemia, mejora la distribución del oxigeno y de los nutrientes, mejora la respiración y el rendimiento energético, reduce los riesgos de sobrepeso, de diabetes, de enfermedades cardiovasculares, de osteoporosis y de ciertos cánceres, retarda el envejecimiento y atenúa el estrés.

Para empezar, aumenta diariamente tus movimientos: sube las escaleras en lugar de usar el ascensor, camina más, juega con los niños, haz más bricolaje, arregla el jardín…

Durante la semana, programa uno o varios paseos y aumenta su duración de forma progresiva, monta en bici, vete una o varias veces a la piscina, haz gimnasia...

Cada mes, prevé un fin de semana para caminar por el campo, hacer gimnasia, jugar al golf, al tenis, pasar un día en un parque acuático…

A lo largo del año, ofrécete al menos dos veces al año vacaciones activas: bicicleta, natación, golf, curas termales…

Compartir

¡Ábrete a los demás! Las relaciones afectivas son tan importantes como los alimentos. No te encierres en tu viejo círculo de amistades. ¡Sal y haz amigos! Participa en actividades diversas, inscríbete en una asociación cultural o deportiva, ayuda a los demás en una asociación humanitaria...

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UNA ALIMENTACIÓN SANA

Las bebidas

El agua
Opta por un agua mineral, con al menos 1000 mg de bicarbonatos, 300 mg de calcio, 80 mg de magnesio, menos de 500 mg de sodio, menos de 500 mg de sulfatos, menos de 5 mg de nitratos y menos de 3 mg de fluor por litro. La presencia de silicio también es importante. Ten siempre una pequeña botella de agua contigo. Utilízala también para las bebidas calientes y para la cocción de alimentos (pasta, arroz…)

El té
Bebe cada día al menos tres tazas de té verde repartiéndolas a lo largo de la jornada. En caso de hipersensibilidad a la teina, reemplázalas por infusiones.

El café
Limita su consumo a raras ocasiones, cuando necesites sentirte más dinámica, o para darte un placer. El café aporta más inconvenientes (reducción de la absorción, de vitaminas B, pérdidas urinarias en magnesio y calcio…) que ventajas (mejora de las crisis de asma o de las migrañas…)

El alcohol
Salvo contraindicaciones, una copa de vino tinto en la comida (por la noche reduce la « micro hibernación » de la noche) posee efectos protectores para la salud, pero siempre que no se realice un consumo cuantitativo superior y concentrado.

Los productos lácteos

A pesar de que tradicionalmente se recomiendan los productos lácteos, en realidad son poco recomendables. Es cierto que la leche de vaca es fuente de calcio, pero contiene demasiado fósforo, grasas saturadas y lactosa, que puede provocar problemas digestivos y de cataratas. Ciertos productos lácteos (queso, crema fresca, mantequilla) son de hecho muy calóricos.

Par obtener aportes cálcicos suficientes, reemplaza la leche por el agua mineral rica en calcio, leche de soja enriquecida, tofu, sardinas, almendras, nueces, higos, aceitunas, espinacas, puerros, brócolis, coles, hierbas aromáticas (albahaca, tomillo… )

El producto lácteo más recomendable es el yogur con bífidus y lactobacilus. Los quesos más adecuados son los más secos (manchego curado, parmesano, emmental, comté…)

Las grasas

En Okinawa no se utiliza ni mantequilla ni margarina, tan sólo aceites con pocos ácidos grasos saturados y Omega 6 que presentan inconvenientes para la salud, y sin embargo contienen buenos ácidos monoinsaturados.

La síntesis de los estudios realizados desde hace años, llega a la siguiente conclusión: más vale limitarse al aceite de oliva. Lo ideal es el aceite virgen, bio, en botella de vidrio o en un recipiente metálico, pero nunca en plástico. Si se consumen 2 cucharadas soperas de aceite y tres pescados grasos por semana se obtiene una cantidad óptima de Omega 3.

Los pescados y mariscos

Como en la mayoría de las islas, en Okinawa abundan los pescados y mariscos en detrimento de la carne. Tienen la ventaja de ser menos ricos en hierro, un potente prooxidante y proinflamatorio, en grasas saturadas y en colesterol. Por el contrario, contienen grasas de tipo Omega 3, magnesio, taurina y yodo, nutrientes que previenen contra ciertos problemas como la fatiga, el nerviosismo y el estrés.

Ya sea crudo, marinado, al vapor… tendríamos que consumir pescado al menos una vez al día, y tres tipos de pescados grasos a la semana (sardinas, arenques, anchoas, salmón, trucha de mar…) Si puede ser, lo mejor es que sean variedades salvajes. Resérvate el salmón ahumado para las grandes ocasiones porque al ahumarse se pierden ácidos grasos Omega 3. También son muy recomendables los mariscos y moluscos.

Las carnes

¡En Okinawa el porcentaje de carne consumida (cerdo y aves) no supera el 10% de las comidas! De hecho los habitantes de la isla comen sobre todo las patas y el hocico de cerdo, muy pobres en grasas y muy ricos en tejido conjuntivo, y preparan la carne de tal forma que hace fundir las grasas.

La carne contiene muchas grasas saturadas, lo que provoca sobrepeso, problemas cardio vasculares y ciertos cánceres. También aporta hierro en exceso. Si está demasiado cocida, desarrolla sustancias tóxicas. Sin embargo es indispensable para las mujeres embarazadas o que sufren de carencias de hierro, y para los niños.

¡Que no cunda el pánico si eres una auténtica carnívora! La carne y los huevos no están excluidos del programa Okinawa adaptado a occidente, se pueden consumir de una a tres veces por semana. Consume preferentemente carnes blancas, conejo y pato, que tienen la ventaja de contener menos hierro y grasas saturadas que las carnes rojas.

La soja

Okinawa es la región del mundo en la que más se consumen la soja y sus derivados. Es incluso una de las principales claves de la longevidad con buena salud. Es un alimento que contiene muchas ventajas: es rico en proteínas vegetales que pueden sustituir la proteínas animales, grasas protectoras y fitoestrógenos, hormonas que entre otras cosas, poseen la cualidad de ser potentes antioxidantes.

Aunque parezca complicado consumir tanta soja como en Okinawa, se recomienda ir aumentando progresivamente su introducción en la alimentación diaria. Empieza por reemplazar la leche de vaca por la leche de soja enriquecida en calcio no azucarado, los yogures por yogures de soja, la crema fresca por la crema de soja para cocinar… Puedes ir acostumbrándote a los productos a base de soja hasta conseguir consumir al menos una vez al día.

Los cereales

Como en toda Asia, en Okinawa domina el consumo de arroz con respecto a otros cereales. ¿Cuáles son sus ventajas? El arroz no contiene gluten, que provoca alergias o intolerancias en muchas personas. Lo ideal es que sea integral o basmati.

Consume cereales al menos dos veces al día. Ya sean cocidos, en copos, en sémola… y mejor si no contienen gluten. Las pastas y pasteles se pueden preparar con harinas que no contengan gluten (maíz, castaña, soja, arroz…) De forma general es preferible consumir cereales para cenar, con verduras. Son energéticos y favorecen la relajación y el sueño.

Las frutas y verduras

En Okinawa, los más ancianos tiene un excelente secreto: comen 5 verduras al día. Sus múltiples cualidades (son poco energéticas, ricas en vitaminas, minerales y fibras…) y sus beneficios para la salud son conocidos por todos. Introduce progresivamente verduras de 7 categorías: verdes, rojas, violetas, secas, crucíferas y de la familia allium (puerros, ajos, cebollas… ¿Te parece difícil? Tienes mucho donde elegir y las puedes preparar en ensaladas, sopas, zumos…

Las frutas son más caras en el archipiélago y por tanto son menos consumidas. Sin embargo son imprescindibles por sus numerosos efectos positivos en nuestro organismo. Al igual que las verduras, procura incluir al menos una fruta o una ensalada de frutas en cada comida y piensa en comer frutos secos o una pieza de fruta a media tarde o cuando tengas un poco de hambre. Elige sobre todo las más antioxidantes: ciruelas, uvas pasas, manzanas, kiwis, cítricos, albaricoques, mangos, frutas del bosque, fresas, frambuesas…

Las algas, especias y finas hierbas

Las algas, muy consumidas en Japón, son junto con los mariscos, los alimentos más ricos en yodo, indispensable para el equilibrio, sobre todo del tiroides. Utilízalas para enriquecer tus salsas, ensaladas, sopas y otros platos al menos una vez al día.

Las hierbas aromáticas y las especias se encuentran entre los alimentos más antioxidantes, sobre todo la cúrcuma, el jengibre y la galanga, que además es antiinflamatoria. No dudes en condimentar tus platos tanto dulces como salados con jengibre, cúrcuma, ajo, canela o ralladura de cítricos, excelentes antioxidantes.

Fuente: enFemenino.com

miércoles, abril 04, 2007

¿GORDITO, IGUAL A SALUDABLE?



Entrevistamos a Lourdes Alcañiz, periodista especializada en salud y autora junto con la dietista pediátrica Claudia González, del libro Gordito no significa saludable (Ed Grijalbo). Con él pretenden erradicar la falsa creencia de que un niño gordito es sinónimo de un niño sano, que goza de buena salud. Al contrario, un niño con sobrepeso u obesidad tiene más posibilidades de convertirse en un adulto obeso, con todos los problemas de salud que eso conlleva.


¿En España estamos alcanzando las cifras de obesidad infantil Estados Unidos?

Las cifras de obesidad infantil en EE.UU son las más altas de todo el mundo con diferencia. Pero las cifras de España se parecen cada vez más. Incluso hay segmentos en los que los niños españoles son más obesos. En las franjas entre dos y cinco años y entre doce y catorce, hay más niños obesos en nuestro país que en Estados Unidos.

¿A qué se debe el aumento de la obesidad infantil en nuestro país?

Se han unido varios factores. Uno de ellos es la incorporación de la mujer española al mercado laboral. Esta incorporación ha sido rápida y la mujer ha unido sus habituales tareas en la cocina o en la compra a una actividad laboral que también le ocupa horas y horas. Ahora tiene poco tiempo para cocinar y suele recurrir más a comidas precocinadas, bollería industrial en el desayuno... Todo eso hace que los niños hoy ingieran más calorías.

También hoy los niños pasan demasiadas horas ante el televisor...

Sí, el nivel de ejercicio físico ha descendido. Mientras que antes los niños jugaban en los parques o corrían en la calle, hoy en día no es seguro que los niños estén jugando fuera. ¿Y donde están? En casa jugando con los videojuegos, frente al televisor...

¿Por qué un niño gordito no significa que sea más sano?

Es una creencia fuertemente arraigada en las familias. Se remonta a la guerra civil y a la postguerra. Pero hoy el problema es que, por este aumento de calorías y el descenso del ejercicio, un niño gordito tiene muchas posiblidades de seguir siéndolo en la edad adulta.

¿Cómo podemos evitar un exceso de peso en el niño?

La prevención empieza desde que un niño nace, porque si nace con un peso elevado es un niño que puede tener una tendencia a acumular más grasa. En muchas ocasiones se le dan cereales antes de tiempo, o en demasiada cantidad. Una serie de actuaciones que conducen a la obesidad. La mejor forma de saber si nuestro hijo tiene un peso correcto es consultarlo con el pediatra.

Si no atajamos pronto el problema, ¿qué ocurrirá?

Si entre los cinco y los siete años vemos que hay una tendencia al sobrepeso y si durante la adolescencia ese niño también presenta un problema de peso, es muy difícil que ese problema se corrija más adelante. Probablemente ahí tenemos ya un adulto obeso. Hoy en día si una madre ve que un niño tiene un problema de obesidad o que su peso está aumentando es tan importante que vaya al médico como si detectara una neumonía, una meningitis o un problema infeccioso grave, porque las consecuencias que va a tener a largo plazo son igual o más graves que las de una enfermedad infecciosa.

¿Qué consecuencias tiene este exceso de peso en la vida adulta?

Hay consecuencias tanto físicas como psíquicas. Las consecuencias físicas más comunes son diabetes tipo 2, colesterol elevado e hipertensión. Si se trata de una obesidad en un límite alto hablaríamos de problemas ortopédicos y/o menstruales.

¿Y en el ámbito psicológico?

Es un problema grave porque en la preadolescencia es cuando se está formando la valía interior del niño, su autoestima, su seguridad. Si un niño gordito está recibiendo burlas todos los días, esa persona no va a enfrentar el mundo con la misma seguridad que un niño que sí es aceptado por el grupo.

¿Qué aconseja a padres y madres?

La planificación es esencial y se puede conseguir por ejemplo, creando un menú semanal o quincenal equilibrado que nos permitirá poder comprar los productos con antelación, dejando para el último momento sólo los productos frescos. Del mismo modo, cuando se estén cocinando platos que requieran elaboración, en lugar de hacer las raciones justas para ese día se pueden hacer más y congelarlas en porciones separadas para los días que las necesitemos. Otra parte importante de esta planificación es el desayuno, importantísimo para la nutrición de los niños y para evitar la obesidad. Los niños que no desayunan y luego comen más adelante durante el día o cenan más presentan un comportamiento nutricional que está relacionado con ciertos índices de obesidad.

¿Cómo sería un desayuno saludable?

Unos lácteos que no tienen por qué ser necesariamente leche, puede ser yogur; unos cereales o producto del grupo de los cereales, puede ser una tostada de pan integral o bien cereales bajos en azúcar; fruta; y luego un poco de proteínas, un poquito de jamón de york, queso fresco, huevo. Este es un desayuno perfecto. Y si luego lo complementamos con un desayuno saludable que se lleven al colegio para tomar a media mañana (bocadillo y pieza de fruta, por ejemplo en lugar de bollería industrial) van a tener una alimentación perfectamente equilibrada durante la mañana que les va a permitir enfrentarse a la jornada escolar bien preparados.

¿Debemos invertir en educar sobre nutrición?

La alimentación saludable es un problema de educación. Igual que las madres cuando llega la etapa de los celos hacen acopio de paciencia porque se sabe que es transitorio, lo mismo ocurre cuando estamos enseñando a comer a un niño. Educar para comer bien es una labor educativa de toda la familia. Si en nuestra casa se lee y el niño está rodeado de libros, desarrollará el gusto por la lectura; y lo mismo debe suceder con la comida saludable y el ejercicio. Hay que predicar con el ejemplo.En el tema del ejercicio, mi opinión es que debemos ayudar toda la sociedad. Si bien decimos que los niños tienen que hacer más ejercicio, a la hora de la verdad es muy difícil de conseguir si los padres tenemos jornadas laborales que son incompatibles con otras actividades.

A veces encontrar el tiempo para hacer ejercicio en familia es difícil...

Teniendo en cuenta la magnitud que tiene el problema de la obesidad en España, las autoridades pertinentes deberían ayudar a las familias españolas a recoger a esos niños y llevarlos a actividades deportivas. Es cierto que algunos colegios las organizan, pero no siempre los padres pueden combinarse los horarios.No obstante, durante el fin de semana, las familias deben promover la práctica de actividades deportivas y una buena manera es promoviendo premios por las buenas acciones de los niños que consistan en actividades al aire libre como montar en bici, ir a la montaña... La recompensa debe ser algo saludable y no por ejemplo, como sucede mucho, una merienda a base de fast food.

Fuente: Salud.Terra.es


jueves, febrero 01, 2007

OMEGA-3, SALUD CARDIOVASCULAR

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, esenciales para el corazón

- Un estudio en pacientes infartados que consumieron 850 mg diarios de omega-3 demostró una reducción de muerte por causa cardiovascular del 30% y un 44% de muerte súbita cardiaca.

- Los omega-3 pueden prevenir las arritmias y la muerte súbita, siempre que se consuman en el marco de una dieta mediterránea.

- La ingesta de 3 a 4 g diarios de omega-3 en pacientes con hipertriglicemia reduce casi a la mitad las concentraciones de triglicéridos en sangre.

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que se encuentran principalmente en el pescado azul, algunos vegetales y alimentos enriquecidos, son esenciales para la prevención cardiovascular. Diversos estudios epidemiológicos demuestran que su consumo habitual puede llegar a reducir el riesgo cardiovascular en un 30%, puesto que previene la aparición de arritmias, mejora el perfil lipídico y reduce la presión arterial.

Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte y de enfermedad de nuestro país. Se calcula además que la incidencia de esta patología podría incrementarse hasta un 20% en los próximos 20 años, por lo que la prevención cardiovascular se presenta como el gran desafío de los especialistas. “Tan sólo con seguir una dieta mediterránea con alto contenido en omega-3 se podría reducir hasta un 70% la incidencia de la enfermedad cardiovascular, pero en España lejos de seguir estos hábitos dietéticos tan sanos, cada vez nos alejamos más”, explica el Dr. Pedro Mata, Jefe Clínico de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz y coautor del Libro Blanco de los Omega 3. Entre los malos hábitos que se detectan en la alimentación actual, el doctor comenta que “ en los últimos años se ha visto un aumento del consumo de grasas saturadas y una disminución de consumo de grasas insaturadas, cuando se sabe que las primeras aumentan el riesgo cardiovascular y las segundas lo reducen”. Desde que en 1980 se estableció la primera relación entre la grasa de la dieta y la enfermedad cardiovascular son muchos los estudios epidemiológicos que demuestran que un consumo habitual de pescado se asocia a una clara disminución del riesgo cardiovascular. En poblaciones de alto riesgo, el consumo de 40-60 g diarios de pescado se asocia con una reducción del riesgo del 30%, según se recoge en el libro recientemente publicado por el Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva.

Para el Dr. Mata lo más importante que a nivel científico recoge el Libro Blanco de los Omega 3 es el efecto de los omega-3 en la disminución de las arritmias, puesto que cerca de la mitad de las muertes de causa coronaria son consecuencia de las mismas. La arritmia es un trastorno del ritmo cardíaco que a veces conduce a muerte súbita, y “es ahí precisamente donde actúan fundamentalmente los omega-3, puesto que tienen capacidad de estabilizar eléctricamente la contracción del miocito cardíaco”, explica el Dr. Mata.

Efectos saludables de los ácidos grasos insaturados

Perfil lipídico favorable
Reducción en la oxidación de las LDL
Menor activación de las células mononucleares y de la pared vascular
Reducción de la presión arterial
Aumento de la vasodilatación arterial
Disminución de la trombosis
Mejoría del metabolismo de la glucosa en la diabetes
Prevención de la arritmia y muerte súbita

Aumento de la esperanza de vida de los infartados

Aunque se calcula que la mitad de los infartados muere a los diez años de sufrir el infarto, el consumo de omega 3 aumenta la esperanza de vida para estas personas. Según el estudio de prevención GISSI que recoge el Instituto Omega 3 en esta publicación, un grupo de pacientes infartados que recibieron 850 mg al día de ácidos grasos omega-3 junto con una dieta tipo mediterránea registró un 21% de reducción en la mortalidad total, un 30% en la mortalidad de causa cardiovascular y una reducción del 44% en el riesgo de muerte súbita cardíaca. “ Los omega-3 actúan a través de una modificación de los mecanismos relacionados con la disfunción endotelial, inflamación, trombosis y la aterosclerosis”, explica el Dr. Mata. Así pues se puede concluir que los omega-3 tienen un efecto antitrombótico, antiinflamatorio y vasodilatador.

El consumo de omega-3 disminuye la presión arterial y la trigliceridemia

La hipertensión arterial es un importante factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, y en este sentido, la dieta es un factor determinante. “ Una dieta rica en grasa saturada favorece la elevación de la presión arterial mientras que las grasas insaturadas tienen un efecto contrario”, comenta el Dr. Mata. Según el estudio publicado por el Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva, “ el concepto más evidente es que un aumento en el consumo de ácidos grasos omega-3 produce una reducción en la presión arterial sistólica y diastólica, tanto en sujetos normo como hipertensos”.

Además, se ha demostrado que el consumo de dosis altas de omega-3 previene el aumento de la tensión arterial y de la resistencia vascular observada en pacientes transplantados de corazón. Además de reducir la presión arterial, el consumo de omega-3 disminuye el colesterol LDL (colesterol “malo”), aumenta el HDL (colesterol “bueno”) y sobre todo reduce la trigliceridemia. Según se desprende del Libro Blanco de los Omega 3, “ el efecto más llamativo de los ácidos grasos omega-3 sobre la composición lipoproteica es el descenso de los niveles plasmáticos de triglicéridos”, destaca el Dr. Mata. “ En pacientes con hipertrigliceremia, se ha evidenciado que con dosis de 3 a 4 g día de ácidos grasos omega-3 se consigue una reducción del 45% en las concentraciones de triglicéridos”.

Los especialistas recomiendan cambios en nuestra dieta

La dieta occidental, que es la que básicamente se sigue en España en detrimento de la dieta mediterránea, presenta un desequilibrio en la calidad de la grasa. “ Tiene un exceso de grasa saturada debido al elevado consumo de carnes, embutidos, bollería industrial, platos precocinados y lácteos enteros” explica el doctor. Los objetivos nutricionales recomendados para la población española consideran que el aporte de grasa total puede variar de un 30 a un 35% de las calorías totales si el aporte graso procede fundamentalmente del aceite de oliva virgen, representando el consumo de grasa monoinsaturada de un 15 a un 20% de las calorías totales. El consumo de grasas saturadas no debe superar el 10%.

El papel de los omega-3 en los procesos inflamatorios

- Los omega-3 contribuyen a evitar la inflamación de los pulmones derivada de la aspiración del humo del tabaco y de los agentes externos.

- El consumo de ácidos grasos omega-3 y de ácido oleico contribuye a reducir la sintomatología de diversas enfermedades inflamatorias que afectan al 1-5% de la población.

- Las personas afectadas por psoriasis pueden mejorar sus lesiones cutáneas ingiriendo alimentos que contengan ácidos grasos omega-3.

Diversas investigaciones científicas han descubierto como los ácidos grasos omega-3 actúan de forma positiva en personas fumadoras y asmáticas, y contribuyen a mejorar la función pulmonar. Además, los omega-3 poseen efectos beneficiosos en personas con enfermedades inflamatorias como la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, artritis reumatoide y neumonía bacteriana y viral.

Las conclusiones de los diversos estudios recogidas en el Libro Blanco de los Omega 3 determinan como el consumo de ácidos grasos omega-3 desempeña también un papel fundamental en la función pulmonar de las personas sanas, así como en el envejecimiento de los pulmones y en numerosas enfermedades inflamatorias del pulmón.

El Profesor Ángel Gil, coordinador del libro del Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva y Catedrático de Bioquímica de la Universidad de Granada, explica que “ en el pulmón tienen lugar procesos inflamatorios continuamente. La aspiración de humo de tabaco y de la combustión, supone un estímulo inflamatorio constante para los pulmones. Además, en enfermedades como el asma y la bronquitis existe un estado de inflamación crónica, incluso en ausencia de estímulos externos”.

Fuente: NutricionSana.com
www.nutricionsana.com/Articulos/articulos_libro_blanco_omega3.htm

jueves, diciembre 14, 2006

FIESTAS, INDIGESTION Y KILOS

Cómo prevenir la indigestión en Navidad

Las fechas navideñas presentan un gran número de acontecimientos marcados por la felicidad, los regalos, la compañía de la familia e, inevitablemente, abundante comida. Lo más normal es que en estas Fiestas la mayoría de las personas dejen a un lado la preocupación por la figura y se permitan el lujo de comer alimentos poco frecuentes en la dieta habitual.

Si a la cantidad de comida extra que se le proporciona al cuerpo, añadimos que, generalmente, está cocinada de forma distinta (con alimentos y condimentos más fuertes de lo que se está acostumbrado), se obtiene como resultado que muchos padezcan molestas indigestiones provocadas por estas comilonas. Y es que los excesos navideños acaban haciendo mella. Por ello, es aconsejable que, aunque se coma y beba más de lo habitual siempre se haga conscientemente y sabiendo lo que el organismo puede aguantar.

Qué es la indigestión
También conocida como dispepsia, la indigestión es un trastorno transitorio que se produce de forma repentina durante el proceso de digestión y que puede estar causada por diferentes factores. No conviene confundirla con una enfermedad, ya que es una dolencia puntual que no presenta excesiva gravedad por sí misma. No obstante, la indigestión se puede padecer de forma crónica, en cuyo caso puede presentar mayores complicaciones. La causa directa se encuentra en la sobreproducción de ácidos potentes y enzimas que facilitan la realización del proceso de digestión. Esta producción excesiva suele dar lugar a una lesión en las membranas mucosas que recubren el estómago.

Por otro lado, hay que señalar que existen personas con tendencia a padecer esta irritación, ya sea por la ingestión de alimentos que no les hacen bien, por el consumo de ciertos líquidos o por el uso de ciertos medicamentos. Además, es importante saber que el estrés es un factor decisivo para provocar este trastorno y, por ello, las preocupaciones aumentan la posibilidad de que se presente, mientras que la desaparición de la ansiedad dará lugar a una mejor realización de las digestiones. Sin embargo, se puede sostener que el principal factor desencadenante de una indigestión es el hecho de consumir abundantes alimentos difíciles de digerir, es decir, grasas, las toxinas que contienen los aliemntos y determinados minerales. Si a ello, se le suma la ingestión de alcohol en cantidades superiores a las debidas, que se suele producir en Navidad, tendrá lugar una combinación en el estómago que sólo prodrá provocar malestar.

Los excesos de Navidad
Los menús navideños son, cuanto menos, abundantes. Y es que lo habitual es comenzar la comida con entrantes o aperitivos para abrir boca, mientras que seguidamente no se puede negar al cuerpo el lujo del segundo plato, normalmente compuesto por carne y que, además, se suele acompañar de patatas, verduras, ensalada y un suculento vino. Pero aquí no termina el banquete, sino que hay que añadirle los postres de estas Fiestas, que se caracterizan por su esquisitez. Así, a los turrones, mazapanes y todo tipo de dulces, se suman los licores y las bebidas alcohólicas.

El principal problema que presentan estos alimentos es que contienen un alto grado de proteínas, grasas y toxinas que el cuerpo se ve incapaz de asimilar. Esto da lugar a los síntomas más frecuentes de una indigestión que son las naúseas, el dolor de estómago, la hinchazón abdominal, punzadas dolorosas, así como abundantes gases y flatulencia. De este modo, numerosas personas ven todos los años cómo lo que iba a ser un ambiente festivo y alegre, pasa a convertirse en un periodo de malestar desagradable.

Cómo prevenirlo
Aunque la indigestión sea una de las principales dolencias navideñas, lo cierto es que es prácticamente imposible contenerse ante las exquisitas comidas de estas fechas. Evidentemente, a nadie se le va a negar este placer: la mejor forma de prevenir este trastorno consiste en la ingestión controlada de alimentos de este tipo. Esto quiere decir que el secreto se encuentra en no abusar y en ser conscientes de que hay alimentos más dañinos que otros y de parar de comer antes de que el organismo muestre señales de que está saturado. Los expertos recomiendan que, con el fin de hacer esta tarea más fácil, se intente comer de todo, pero en pequeñas cantidades.

No obstante, existen recomendaciones que ayudan a prevenir esta dolencia. Así, conviene no irse a la cama al poco tiempo de haber ingerido estos alimentos, ya que la digestión por la noche es más lenta y puede producir acidez. Por este motivo hay que dejar transcurrir un periodo de entre dos o tres horas entre la cena y el momento de acostarse. Igualmente, conviene sustituir el habitual café posterior a la comida por algún tipo de infusión, como la manzanilla, el anís o la menta, que reducen la flatulencia. Finalmente, hay que apuntar la necesidad de hacer un almuerzo ligero si se sabe que por la noche se va a cometer algún exceso. Además, es conveniente conocer el efecto perjudicial del licor en el proceso de digestión, por lo que no se debe abusar de él, si no se desea aumentar el riesgo de padecer algún trastorno estomacal.

Tratamiento
Aunque lo óptimo es evitar este malestar, si no se ha conseguido, se pueden tomar una serie de medidas con el fin de reducirlo. La indigestión presenta un periodo de malestar de unas 72 horas en las cuales se pueden tomar medicamentos con agentes tensoactivos para eliminar los gases, así como abundantes líquidos que ayuden a eliminar las toxinas. Las infusiones de plantas depurativas tiene un papel importante en este proceso, ya que purifican la sangre y ayudan a la eliminación de las sustancias perjudiciales para el organismo.

Además, conviene llevar una alimentación ligera, carente de grasas y condimentos. En el caso de que el trastorno se prolongue demasiado tiempo o se empeore, es necesario consultar al médico con el fin de que determine las causas de esa indigestión, ya que puede estar ocasionada por problemas de índole más grave, como una úlcera o un bloqueo de intestinos.

La resaca, otro malestar navideño
Si comer excesivemente es una costumbre habitual en Navidad, beber demasiado alcohol suele ser su acompañante. Los principales efectos de una intoxicación etílica son la deshidratación, el dolor de cabeza y las naúseas, provocados por la subida de los niveles de acidez en el estómago. Evidentemente, la mejor forma de evitarlo es no consumir este tipo de bebidas. Sin embargo, en estas fiestas es ineludible al menos brindar por el Año Nuevo, así que la mejor medida de prevención sigue siendo el consumo moderado evitando, además, las bebidas de elevada graduación alcohólica, que son las más perjudiciales. Asimismo, es recomendable no pasarse con los licores o los brandys, además de beber siempre con el estómago lleno.

En el caso de que se haya bebido demasiado, a la mañana siguiente se recomienda ingerir una infusión mentolada, ya que la menta reduce la contracción muscular y tiene efectos beneficiosos en el estómago. Por otro lado, se puede tomar una vaso de leche con una cucharadita de bicarbonato o, si se prefiere, zumo de frutas, como de pomelo o manzana que aportan vitaminas A y C que se habrán perdido con la sudoración y la orina. Por último, hay que señalar la importancia del agua en estos casos, ya que ayuda a recuperar los minerales y oligoelementos perdidos. Si es posible, es muy beneficioso beber varios vasos antes de acostarse, para que al día siguiente la recuperación no sea tan costosa.

Fuente: Plato del Día
http://www.platodeldia.com/dietasana/salud/?pagina=dietasana_salud_004_004

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RECETA PARA COMER MANTENIENDO EL PESO EN LAS FIESTAS

En pocos días estaremos celebrando: Navidad, Fín de Año y Reyes. También las “despedidas de año” y además, para muchos, comenzarán las anheladas “vacaciones” en la playa, en dónde nada podemos ocultar

Entonces VOS, que cuidás tu silueta el AÑO entero y querés Celebrar, Comer, Festejar, Brindar…, deleitarte con el pan dulce y turrones (delicia invernal)… tenés que estar preparado/a para no aumentar 7 kilos en una semana.

Recomendación para comer sin culpas y no aumentar de peso:

Herbal Concentrate durante el día mezclado con agua, mate o cualquier infusión. Lipobond, Cell-U-Loss, Amarillo, NRG antes de las comidas principales, con abundante cantidad de agua. Y entonces SI, a COMER…, sin privarnos de NADA..!!

Y después del champagne, café y petit fours: Aminogen y una copita de Aloe Bebible.

Te sentirás a gusto, felíz, sin pesadez, libre de culpas… y sintiendo un BIENESTAR EXTRAORDINARIO.

No aumentarás de peso, no comerás en abundancia ni excesos; tu cuerpo lo agradecerá y estarás disfrutando de la silueta que tanto te costó lograr. Un cordial saludo y estamos para asesorarte!

El Equipo de HerbalDiet

viernes, noviembre 17, 2006

RIESGOS DEL SOBREPESO

Sobrepeso: la gente desconoce algunos factores que traen riesgo.
No se sabe que el colesterol alto y la hipertensión pueden ser peligrosos.

Muchos argentinos asocian el sobrepeso y la obesidad con el aumento del riesgo de padecer enfermedades crónicas. Pero no saben que el colesterol alto y la hipertensión son factores peligrosos. Además, pocos reciben la atención adecuada. Por ejemplo, la mayoría de los médicos clínicos no miden la cintura a sus pacientes, una medida corporal, que en combinación con otros índices —como el que mide el colesterol, los triglicéridos o a la presión sanguínea—, ayuda a identificar qué tan cerca o lejos se está de una salud óptima.

Apenas una de cada 4 personas con un índice de masa corporal (IMC) de entre 27 y 29 (cerca del límite de la obesidad) creen que están poco o nada excedidos de peso. Pero los médicos dicen que hay que tener un IMC de entre 18 y 25 para estar saludable (el IMC se obtiene dividiendo el peso de la persona por su estatura al cuadrado).

De acuerdo con el Instituto Argentino de Alimentos y Nutrición (IAAN), que dirige Alberto Cormillot, diversos estudios epidemiológicos proyectan que el 60% de la población de la Argentina podría sufrir de sobrepeso u obesidad. Lo que transformaría a este tema en un factor grave para la salud de la población y en un problema serio a resolver por la salud pública.

Es que la obesidad es la segunda causa de muerte que puede prevenirse en los países en desarrollo y desarrollados. Y, además, está asociada con males crónicos.

Esto es lo que también muestra la encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) a 300 personas con sobrepeso u obesas (mitad hombres y mitad mujeres) de Capital Federal y Gran Buenos Aires. El estudio fue encargado por el IAAN, y se entrevistó a personas mayores de 35 años con un IMC superior a 27.

Resultados muy similares surgieron de una encuestada realizada en ALCO a 740 casos de Capital y GBA.

Mientras en la vida real, el riesgo de sufrir de hipertensión, artrosis, diabetes, apneas (pausas largas en la respiración) e incluso, en mucha menor medida, algunos tipos de cáncer, está estrechamente ligado a la obesidad, la gente no lo sabe. Así, ni el 92,3% de los encuestados por el CEOP asocia la hipertensión como un factor de riesgo de la obesidad. Ni el 95,7% relaciona el colesterol alto con el exceso de peso.

La misma entrevista reveló que sólo al 22% de los encuestados le habían medido el abdomen (diámetro que se ubica entre la última costilla y el hueso de la cadera). Esa medición indica, con bastante precisión, la cercanía o no, con otros riesgos. “Si el abdomen de una mujer sobrepasa los 90 centímetros y el de un hombre, los 100, la persona tiene más riesgos de sufrir factores de riesgo cardiovasculares“, dice Cormillot.

La encuesta de CEOP surge cuando un extenso movimiento de médicos y legisladores bregan porque la obesidad sea considerada por ley una enfermedad, de modo que cualquier persona obesa pueda recibir un tratamiento gratuito a través de la obra social o de la medicina prepaga.

Fuente: Clarin.com
http://www.clarin.com/diario/2006/09/19/sociedad/s-03201.htm

viernes, abril 14, 2006

CUESTION DE CINTURA

Se define por la acumulación de grasa abdominal y otros factores de riesgo cardiovascular. Lo llaman síndrome metabólico, y lo sufre uno de cada cuatro adultos. Bajar de peso, moverse y llevar una dieta equilibrada son los pilares para desactivar esta bomba de tiempo para el corazón

Controle su peso ya haciendo -click aquí-

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La sabiduría popular lo ha bautizado de distintas formas ­–salvavidas, flotador, rollo abdominal– y viene condenándolo desde tiempo inmemorial. Ahora, la ciencia confirmó lo que todos sospechaban: a la altura del ombligo, y sin contener el aliento, los varones no deben acusar más de 102 centímetros y las mujeres, 88. De lo contrario, se está a las puertas de una enfermedad de nombre difícil que afecta ya al 25% de la población mundial y promete extenderse: el síndrome metabólico, una constelación de síntomas (ver recuadro) que al exceso de grasa abdominal suma alteraciones en los lípidos (colesterol y triglicéridos), hipertensión arterial y un fenómeno llamado resistencia a la insulina, antesala de la diabetes y muy asociado a la obesidad.

El doctor Carlos Borrego, que integra el Servicio de Cardiología del hospital Italiano de Buenos Aires y está a cargo de esa sección en el Sanatorio San Lucas, de San Isidro, agrega que la Federación Internacional de Diabetes es aún más estricta y propone cinturas por debajo de los 94 y 80 centímetros para varones y mujeres, respectivamente, pero enfatiza que “más allá de medidas, el perímetro abdominal es el signo más visible del problema, y el que debe llevar a la consulta.”

Lo cierto es que la cuestión no depende solamente del centímetro sino también de la forma en que los excesos se distribuyen por el cuerpo. “La grasa que se acumula en el abdomen es la más peligrosa –dice Borrego– y por eso las mujeres, que la concentran en glúteos y piernas, suelen estar más protegidas que los hombres, aunque después de la menopausia, al variar la distribución corporal de la grasa, ambos sexos suelen equiparar sus riesgos.”

El paso del tiempo no perdona: el doctor Sydney Smith Jr., presidente del Consejo de Asesores de la Federación Mundial del Corazón de los Estados Unidos, dijo hace pocos días que a medida que envejecemos y cada 16 años triplicamos el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Durante la última reunión del Colegio Americano de Cardiología, en Atlanta, Sydney Smith Jr. aclaró también que no es lo mismo tener apenas algunos centímetros de más que esos grandes excesos: cada vez que el abdomen supera 14 centímetros lo deseable, el riesgo cardiovascular aumenta entre un 21 y 40 por ciento.

A la hora de hacer cuentas, todo parece indicar una gran pérdida para la salud: quienes sufren el síndrome metabólico están en altísimo riesgo de morir de un infarto (el doble que la población sana), y tres veces más de sufrir un ataque cardíaco o cerebral. Si es que ya no sufren diabetes, los afectados se exponen ¡cinco veces más! a esta enfermedad.

“Hubo varios integrantes de mi familia que sufrieron de diabetes. Yo pensé que iba a ser mi único problema cuando me la diagnostircaron, pero de inmediato el médico me informó que tenía un alto nivel de triglicéridos y colesterol, por lo que debía estar más atento aun”, se lamenta Rodolfo A., de 52 años, que tiene problemas en su trabajo porque “falto seguido, a causa de mi enfermedad”.

Para Susana F. (48), las cosas son diferentes. Decidió ocuparse a tiempo del problema: “La acumulación de grasa abdominal era terrible. Cuando me subía a la balanza, me desesperaba. Ni hablar de los resultados de mis análisis de laboratorio. Empecé a cuidarme en serio en las comidas, y a hacer ejercicio. Ahora estoy tratando de abandonar el cigarrillo”.

Asociado a la mala alimentación y el sedentarismo, el síndrome metabólico se extiende no sólo entre la población adulta sino que también afecta a adolescentes y niños. En la Argentina, el panorama no parece más alentador: un reciente estudio mundial que convocó a más de 3000 pacientes locales –llamado Día Internacional de Evaluación de la Obesidad Abdominal (IDEA, por su sigla en inglés)– determinó que el 42% de las mujeres y el 40% de los varones excedían los valores de cintura apropiados. A su vez, el 61% de las mujeres y el 77% de los varones tenían kilos de más.

Rumbo a la solución

No existe un tratamiento único para el síndrome metabólico. El ejercicio físico es un eje crucial, ya que disminuye la resistencia a la insulina y permite que las células utilicen mejor esta hormona, reguladora del metabolismo de los azúcares (glucosa) en la sangre. Moverse, además de ayudar a verse mejor y levantar el ánimo, previene el aumento de peso.

“Hay un tratamiento social: fomentar estilos de vida más sanos –dice el doctor Borrego– y un tratamiento individual, que se basa en mejorar la alimentación, bajar de peso, no fumar y tratar farmacológicamente el factor de riesgo que esté sobreexpresado: hipolipemiantes para disminuir el colesterol y los triglicéridos, antihipertensivos para la presión arterial o drogas para combatir la resistencia a la insulina.”

También se cifran esperanzas en fármacos que, además de sus acciones terapéuticas específicas, sumen otros efectos positivos. “Tenemos diferentes tratamientos efectivos para enfrentar los componentes individuales del síndrome metabólico, pero necesitamos «tacklear» los factores de riesgo en conjunto”, dijo el profesor Ted Kurtz, de la Universidad de California, en Estocolmo, Suecia, durante el último Encuentro Anual de la Sociedad Europea de Cardiología, realizado en Estocolmo, Suecia. El especialista presentó resultados alentadores –aunque preliminares– sobre el uso de una droga de la familia de los “sartanes”, contra el síndrome metabólico.

El cardiólogo del hospital Italiano explica que a su capacidad para disminuir la presión arterial los sartanes parecen sumar la acción sobre el metabolismo glúcido “y aumentarían la sensibilidad de la célula a la insulina, aunque las conclusiones del estudio que permitirá confirmarlo se conocerán entre el próximo año y 2007″. También las estatinas, utilizadas para disminuir el colesterol, han mostrado tener un plus terapéutico inesperado: disminuyen los procesos inflamatorios que favorecen la obstrucción de las arterias con placas de grasa (ateromas) y, en este sentido, tendrían más potencial cardioprotector del inicialmente esperado. Sin embargo, los especialistas insisten en empezar por el principio: el compromiso de cuidarse, moverse y comer bien… mucho antes que echar mano del botiquín. V. S.

Identikit del agresor

El síndrome metabólico se caracteriza por obesidad abdominal (cintura por encima de los 102 centímetros en el varón y 88 en la mujer) más dos de los siguientes factores:

  • Triglicéridos superiores a 150 mg/dl
  • Colesterol HDL (”bueno”) menor de 40 mg/dl en hombres y 50 mg/dl en mujeres
  • Presión arterial superior a 130/85 mm Hg
  • Glucosa en ayunas superior a 100 mg/dl (indica resistencia a la insulina)

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/795215

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