lunes, julio 23, 2007

EL PAPEL VITAL DE LAS HORMONAS

Las hormonas gobiernan el estado de ánimo, la longevidad, el deseo sexual y el sobrepeso. Por fortuna, un simple análisis de laboratorio permite evaluar sus niveles en sangre.

Existen razones de sobra para prestarle atención a las hormonas: la alteración de sus niveles normales es causa de más de un 80% de malestares y trastornos que hasta no hace mucho tiempo eran considerados inexplicables. O, peor aún, eran atribuidos a "los nervios".

El cuerpo humano dispone de sistemas complejos y sofisticados de comunicación entre todas sus partes que operan con asombrosa precisión. Uno de esos sistemas de comunicación a larga distancia es el hormonal.

De esta manera, las billones de células que conforman el organismo humano viven en constante comunicación y organización. Las hormonas son producidas en órganos especializados, llamados glándulas endócrinas, cada una de las cuales fabrican hormonas específicas imprescindibles para lograr una buena salud física y psíquica. Son catalogadas como sustancias altamente eficaces, ya que sólo se requiere de pequeñas cantidades, y dentro de límites precisos, para que provoquen los efectos necesarios y decisivos para el organismo.

Las hormonas coordinan las funciones del cuerpo y actúan como mensajeros que transportan información. Los mensajes les indican a las células de otros órganos cómo deben funcionar: a unas, les ordenan empezar a hacer algo; a otras, detenerse, y a otras más, que cambien el ritmo de su actividad, lo cual no es extraño si se considera que las necesidades orgánicas van variando durante el transcurso del día. Si las glándulas endócrinas funcionan mal, las cantidades de las diferentes hormonas en la sangre serán superiores o inferiores a las normales y, en consecuencia, se alterarán las funciones de los órganos. Y un órgano especialmente sensible a las hormonas es el cerebro.

El sistema nervioso y el sistema hormonal trabajan en íntima asociación y tienen un jefe común, el hipotálamo, una región alojada en el interior del cerebro y que, como desde una torre de control, comanda a todos los órganos del cuerpo a través de los circuitos nerviosos y hormonales. A su vez, el cerebro dispone de células que son sensibles a los niveles de hormonas circulantes en la sangre y, como resultado, el hipotálamo acelera o frena su actividad de acuerdo a lo que estos sensores le indican.



Las hormonas son responsables del estado de ánimo, la longevidad, el deseo y vigor sexual, la inteligencia, y el nivel de cansancio físico. Intervienen también en la reproducción, el peso, el sueño, y la regulación de los períodos de reposo y actividad del organismo. Por lo tanto, siempre que se presenten síntomas de angustia, de depresión, de miedos, de falta de deseo o goce sexual, de fatiga, de sobrepeso, insomnio o dolores corporales resulta imprescindible recordar que las hormonas pueden estar involucradas en cada unos de estos trastornos.

Para tal fin, en la actualidad se dispone de sencillos análisis de laboratorio que permiten tener un panorama completo de sus niveles en la sangre.Sin embargo, es bastante frecuente que quien consulta reciba la indicación de realizar un determinado tratamiento (especialmente psicofarmacológico) sin que se le hayan solicitado previamente estudios que permitan una mejor comprensión de lo que sucede, para poder brindar así una orientación terapéutica mejor justificada.

Fuente: Revista Viva (diario Clarín)

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