jueves, julio 19, 2007

LA IMPORTANCIA DEL DESAYUNO

Herbalife - Dr. Patricio KennyDirecto del Doctor
El desayuno, una comida importante que pierde terreno


Una dieta adecuada a nuestras necesidades puede considerarse como uno de los soportes permanentes en el mantenimiento o recuperación de la salud y el desayuno, como una comida más del día, contribuye notablemente al resultado final de lo que podemos entender por una alimentación equilibrada.

Es bien cierto que los cambios actuales en los hábitos y estilos de vida han perjudicado especialmente este espacio nutricional de cada comienzo de jornada. Sabemos que una parte de la población no desayuna con regularidad, o bien lo hace de manera insuficiente, no cubriendo las necesidades energéticas recomendadas, ni tampoco el aporte de nutrientes.

Un desayuno adecuado reafirma ya desde la mañana el compromiso con un tipo de vida saludable, ayudándonos a afrontar mejor nuestros quehaceres,ya sean físicos o intelectuales. Es de gran importancia recuperar y mejorar el hábito de desayunar en las personas adultas, e instaurarlo del modo más conveniente en los más jóvenes. El desayuno podría considerarse como la comida sólida consumida antes de iniciar la jornada laboral o escolar, o la realizada antes de las 11:00 horas durante los fines de semana. También podría definirse simplemente como la primera comida del día; sin embargo, ninguna de las dos definiciones dejan entrever la importancia que tiene dentro de la dieta total.

Junto con la comida y la cena, el desayuno es también una buena fuente de energía y nutrientes; de hecho, está comprobado que sin el desayuno la alimentación difícilmente puede ser nutricionalmente adecuada. La inclusión en la dieta de un desayuno diario y equilibrado, se asocia con un mayor rendimiento físico e intelectual, previene deficiencias nutricionales, permite una correcta distribución de las calorías a lo largo del día para mantener un peso saludable.El aporte calórico y el equilibrio nutricional del desayuno tienen una estrecha relación con el riesgo de obesidad.

Los nuevos estilos de vida y la sensación de falta de tiempo, han dado lugar a cambios en el modelo tradicional de distribución de las comidas afectando sobre todo el hábito del desayuno. Hay una tendencia a realizar desayunos cada vez más livianos o incluso a omitirlos.
Además, incluso entre las personas que desayunan habitualmente, el desayuno es muchas veces, nutricionalmente poco satisfactorio, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo.
El organismo necesita energía y nutrientes para ponerse en marcha, especialmente después de las largas horas de ayuno transcurridas desde la cena. El desayuno aporta, precisamente, la energía para empezar el día.

¿Cómo se educa en el buen hábito de desayunar bien?

En la infancia y en la adolescencia –etapas de máximo crecimiento–, el desayuno juega un papel decisivo en el óptimo desarrollo. En los adultos permite mantener una dieta equilibrada y en las personas mayores, además de ser una comida apetecible y deseada, presenta la ventaja de incluir alimentos fáciles de conservar, preparar, masticar y digerir.

Estudios recientes realizados en España (Estudio EnKid 1998-2000;Serra y Aranceta, 2000) en 5000 niños y jóvenes de 2 a 25 años, indican que entre un 8 y un 9% no desayuna y sólo un 25-29% realiza un desayuno adecuado. Las razones alegadas para omitir el desayuno y recogidas en otros estudios, son diversas, destacando, por ejemplo: “no me apetece”,“me sienta mal”, “estoy cansado”, “no tengo tiempo”, “tengo que prepararlo yo mismo” o “no quiero desayunar solo” (Moreiras y Carbajal, 1992).
Cuando un niño es el responsable de prepararse por si mismo el desayuno, la probabilidad de que no lo tome es mayor.

No hay que olvidar que estos hábitos poco saludables instaurados en la infancia, serán posteriormente muy difíciles de corregir en el adulto. Se ha observado que durante los fines de semana o las vacaciones aumenta no sólo el tiempo dedicado al desayuno sino también el número de personas que lo comparten y su composición nutricional.

Diversos estudios confirman que la omisión del desayuno, o el consumo de un desayuno nutricionalmente inadecuado puede contribuir a deficiencias en la dieta.

Es importante variar los menús al igual que se hace en el almuerzo y en la cena.
No es necesario desayunar siempre lo mismo. Es casi la única comida que nos permite comer “a la carta”, sólo hay que abrir la heladera y prepararse un desayuno “a la medida”.

Hay un dicho conocido que dice que para comer bien se debe desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, y cenar como un mendigo. Los argentinos comemos exactamente al revés, desayunamos como mendigos, almorzamos más de la cuenta, y cenamos opíparamente. Con el agravante que cenamos tarde y nos acostamos enseguida. Esto último favorece el reflujo de la comida durante toda la noche. La consecuencia es la falta de apetito por la mañana y un desayuno pobre o ausente.

Varíe diariamente los desayunos: evite la monotonía y disfrute con esta comida. El desayuno debe aportar la cuarta parte de las calorías diarias y es una buena ocasión para incluir alimentos que no deben faltar en la dieta. Desayunar es algo más que tomar un café, pues el café o las infusiones no aportan prácticamente ningún nutriente. El desayuno debe incluir alimentos de los cuatro grupos básicos: lácteos, cereales, frutas, azúcares.

Preguntas y repuestas

¿Qué alimentos debe incluir un desayuno equilibrado?
Un desayuno saludable debería incluir diariamente tres elementos clave: un lácteo, un cereal (pan, cereales de desayuno, repostería casera) y una ración de fruta fresca.


¿Hay un desayuno para cada edad?
Dentro de los tres grupos de alimentos comentados (lácteos, cereales y fruta) lo lógico es que las personas y los grupos de edad tengan sus preferencias específicas en cada uno de los apartados. En personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas puede recomendarse el consumo de preparados de soja, lácteos con soja y calcio, cereales integrales, compota o papilla de frutas.


¿Cómo se puede conseguir el hábito de hacer bien esta primera comida del día?
Es cuestión de organizar bien las horas de acostarse y levantarse. Necesitaremos en torno a quince minutos para la ingesta de un desayuno agradable, mejor en compañía, incorporando cantidades variables de los tres grupos de alimentos mencionados. Para crear un buen hábito podemos dejar puesta la mesa del desayuno la noche anterior; tazas, fruta, cereales...


Hay estudios que aseguran que los niños que desayunan de manera cor rectar inden más en el colegio. ¿Has ta qué punto es cierto?
En la literatura científica mundial existen más de mil artículos que demuestran una importante correlación entre un adecuado desayuno y un mejor rendimiento escolar. Parece que el mayor impacto se concreta sobre el nivel de atención y que este efecto positivo es más evidente en escolares de con entorno desfavorable.


¿Qué beneficios proporciona un buen desayuno?
Un desayuno equilibrado ayuda a mejorar el balance en los aportes de energía y nutrientes, y su adecuación a las ingestas recomendadas, sobre todo, para los micronutrientes (calcio, hierro, cinc, magnesio...). Es muy difícil conseguir una ingesta equilibrada diaria a partir de un desayuno incompleto o ausente.


En resúmen:

• Una alimentación equilibrada necesaria para lograr un buen estado de salud, comienza por un desayuno adecuado.
• La infancia es el mejor momento para instaurar buenos hábitos alimentarios
• El hábito del desayuno no debe perderse en la adolescencia ni en la etapa adulta
• El desayuno debe ser planificado cuidadosamente como cualquier otra comida importante del día
• Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, y cenar como un mendigo.

Fuente: Herbalife Argentina

No hay comentarios: