viernes, julio 28, 2006

¿RECETAS PELIGROSAS?

Provincia de Buenos Aires


Prohíben por decreto los preparados para adelgazar. Apuntan a la combinación de ansiolíticos y anoréxicos con diuréticos y laxantes.
El cuidado de la silueta requiere esfuerzo y voluntad, y a veces también resulta riesgoso. Por ejemplo, en la utilización de los cócteles de drogas para adelgazar, una modalidad que se extiende entre los centros de belleza y las clínicas especializadas en obesidad. Por eso, el Gobierno bonaerense dispuso por decreto prohibir la comercialización, prescripción y uso de preparados magistrales que contengan sustancias anorexígenas asociadas con ansiolíticos, diuréticos, hormonas o laxantes.

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Se trata de combinaciones medicinales que se recetan cuando las dietas y los ejercicios no alcanzan para lograr los objetivos buscados en la balanza. Que se han promovido en el mercado farmacéutico como “fórmulas mágicas” que prometen un rápido impacto sobre los excesos de grasa en el cuerpo. Y que, según el propio gobierno de Felipe Solá, “pone en serio riesgo la salud de la gente”.

Según los fundamentos del decreto 1.691, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, “los preparados que contienen la combinación de estas sustancias producen efectos colaterales como insomnio, agitación, impotencia sexual y adicción”.

Estos tratamientos pueden arrastrar otras secuelas no deseadas. Combinado con el consumo de alcohol social (el vino de las comidas) produce trastornos psicóticos y depresión. Si se trata de un paciente que ingirió antigripales, puede desencadenar una crisis hi pertensiva. O sea, el riesgo se potencia por la interacción con otras drogas, según un documento de la Convención Latinoamericana de Río de Janeiro para el tratamiento de la Obesidad que figura en los fundamentos del decreto.

Con esta medida, la Provincia adhiere a una normativa de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) instrumentada hace 4 años. A partir de ahora, la Provincia podrá sancionar a farmacéuticos y médicos que comercialicen o prescriban estas asociaciones de drogas. Se hará a través de la dirección de Farmacias del Ministerio de Salud. La responsable del área, María del Carmen López de Souza, le dijo a Clarín: “Estamos habilitados para denunciar ante la Justicia y los organismos colegiados a los profesionales que no cumplan”. Para eso, se aplicarán las penas previstas en la Ley 10.606, que regula la actividad farmacéutica. Prevé apercibimientos, multas, clausuras y decomiso de mercaderías.

“Sin embargo, el principal instrumento de control son los pacientes. Ellos deben denunciar las irregularidades y evitar el consumo de estas combinaciones de sustancias peligrosas”, admitió la funcionaria.

¿Cómo se pueden detectar estas irregularidades? Cuando alguien asiste a un centro de estética y termina con una receta que incluye extensas fórmulas que contienen los fármacos restringidos. Algunos ejemplos: las anfetaminas (una de las principales anorexígenas), combinadas con hidroclorotiacida o furosemida, que son diuréticos. También la combinación con la fenolstaleína (laxante), la triiodotironina (hormona) o la benzodiacepina (ansiolítico).

“La ansiedad y la presión social por alcanzar una buena figura es muy intensa. Entonces, los médicos o los propios pacientes recurren a estas mezclas que resultan perjudiciales”, aseguró López de Souza. A veces, el aumento de la actividad física o los cambios de las conductas alimentarias no alcanzan para controlar el peso. “Aquí es donde aparecen las pastillas que afectan la salud”, explicó Oscar Karagenzian, director de la Clínica Cormillot de La Plata. “Los protocolos médicos indican que sólo se puede recetar estos medicamentos en casos de enfermeda des vinculadas con la obesidad, como el hipotiroidismo. Pero requiere de un diagnóstico previo y de análisis específicos”, aclaró el profesional.

La anfetamina actúa sobre el sistema nervioso central. Proporcionan mayor energía, respuesta física y estimulación, y contraen la sensación de hambre. Pero son adictivas. Y cuando termina el tratamiento, el paciente recupera el peso perdido y lo sobrepasa. Es lo que llaman “efecto rebote”.

En la Argentina no existen estadísticas sobre el número de personas que buscan en la medicina respuestas para adelgazar. Una investigación realizada por especialistas franceses y suizos ubicó al país en el 5º puesto del ranking de consumo de “polifarmacia”, como llaman a estas mezclas de drogas.

La cercanía de la primavera y el verano invita a mejorar la condición física. “En esa etapa recibimos decenas de pacientes afectados por las secuelas del consumo de combinaciones farmacéuticas”, aseguró Karagenzian.

Es sabido: parece más efectivo un frasco de pastillas que el tedioso ejercicio de rechazar asados, pastas y facturas.

La Provincia hace punta

En 2002, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ya había prohibido la fabricación y venta de cócteles de drogas para adelgazar que contuvieran sustancias anorexígenas (que anulan el hambre) en preparaciones magistrales. Lo había hecho para seguir una normativa del Mercosur. Pero cada provincia debía adherir a esa normativa. Buenos Aires, según informó la ANMAT ayer, sería la primera provincia en adoptar oficialmente la prohibición.

Según contó a Clarín la directora de Farmacia del Ministerio de Salud bonaerense, María del Carmen López de Souza, “hay que desconfiar de personas que recorren los pueblos y recetan preparados magistrales o los venden de manera directa. Los cócteles de anorexígenos con laxantes, diuréticos, hormonas o ansiolíticos pueden ser perjudiciales para la salud”.

El director del posgrado de nutrición de la Universidad Favaloro, Ricardo Braguinsky, dijo a Clarín: “Estoy de acuerdo con la resolución que prohíbe las asociaciones de anorexígenos con otras sustancias. Pero creo que la fundamentación no es totalmente correcta: las medicaciones no curan las enfermedades crónicas. Sólo las tratan”.

De acuerdo con Braguinsky, antes que los medicamentos, las opciones principales para los pacientes con sobrepeso u obesidad son “la restricción en la ingesta de calorías y la actividad física, que ayuda a no perder musculatura y a evitar que se recupere el peso perdido”.

Los medicamentos pueden tener efectos indeseables —agregó Braguinsky—, por lo tanto su consumo depende del criterio médico. Entre los más utilizados para bajar de peso, están el orlistat, que disminuye la digestión de las grasas en un 30 por ciento y la sibutramina, que es un anorexígeno, para controlar el deseo de comer. “Ninguna medicación actual contra la obesidad es aún espectacular”, opinó.

Según el presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, Daniel De Girolami, las personas que están preocupadas por su peso “deben concurrir a un profesional idóneo. No hay que automedicarse con productos de venta libre —que sólo apelan al deseo de bajar de peso—, sino seguir las indicaciones de un profesional competente”.

Fabián Debesa LA PLATA. CORRESPONSALIA
laplata@clarin.com

Fuente: Clarin.com

Link: http://www.clarin.com/diario/2006/07/27/sociedad/s-03601.htm

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